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Albóndigas en salsa al estilo de mi abuela

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Mi abuela materna era una excelente cocinera. De sus fogones salían las más exquisitas delicatessen, que me hacían desear ir a comer a su casa día tras día. Uno de sus platos estrella eran las albóndigas en salsa, una receta humilde pero muy bien ejecutada que me hacía levitar de placer con cada tenedor que me llevaba a la boca.

A pesar de gustarme mucho aquel plato, no me había animado a preparar las albóndigas en salsa al estilo de mi abuela hasta hace bien poco. Me gusta tanto experimentar y probar cosas nuevas en la cocina que a veces me olvido de recetas tradicionales, como esta. No obstante, hoy hago hueco a la cocina de toda la vida en este espacio y os animo a que vosotros hagáis lo mismo en vuestras casas.

Ingredientes para seis personas

  • 1 huevo, 1 cucharada de leche, 1 rebanada de pan de molde, 2 dientes de ajo, 500 g de carne picada (mezcla de ternera y cerdo), 170 g de patata, 100 g de cebolla, aceite de oliva virgen extra, 30 g de harina de trigo, 300 ml de caldo de carne y sal.

Cómo hacer albóndigas en salsa al estilo de mi abuela

En un recipiente amplio y hondo, batimos el huevo y la leche. Le agregamos la rebanada de pan de molde y la aplatamos con un tenedor, al tiempo que la empapamos en los ingredientes líquidos. Condimentamos con un diente de ajo, pelado y picado finamente, así como con un poco de sal. Incorporamos la carne picada y la patata, pelada y rallada, y mezclamos bien hasta obtener una masa homogénea.

A continuación, cubrimos la base de un plato con harina. Tomamos pequeñas cantidades de la carne condimentada y las boleamos ligeramente, depositándolas después sobre la harina. Sacudimos el plato con movimientos circulares, permitiendo que las albóndigas giren y se cubran de harina. Las retiramos a otro plato y repetimos la operación tantas veces como sea necesario hasta terminar con la carne.

Calentamos abundante aceite en una sartén y freimos las albóndigas durante un par de minutos. Sólo queremos que se doren por fuera, así que las retiramos en seguida y las pasamos a una cazuela amplia. Reservamos hasta que tengamos lista la salsa.

Para elaborar la salsa, pelamos y picamos en brunoise el otro diente de ajo, y también la cebolla. Calentamos un poco de aceite de oliva en una sartén y los pochamos a fuego suave durante unos 10 minutos. Transcurrido este tiempo, agregamos una cucharada de harina, removemos y, cuando comience a tomar color, incorporamos el caldo de carne.

Dejamos que la salsa espese y se cueza durante unos minutos antes de regar con ella las albóndigas que tenemos en la otra cazuela. Colocamos la cazuela al fuego y cocemos a fuego muy suave, con la tapadera puesta, durante 20 minutos antes de servir.

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Tiempo de elaboración | 45 minutos
Dificultad | Fácil

Degustación

Las albóndigas en salsa al estilo de mi abuela son un plato para comer con mucho pan. Admiten muchos tipos de guarniciones, pero el arroz blanco y el puré de patatas son las que mejor le van. Constituyen un plato único saciante y nutritivo, por lo que es preferible comerlas a la hora del mediodía.

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Receta de brazo de patata, atún, pimiento y tomate. Homenaje a la cocina de mi familia

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Son muchos los platos que vivieron sus mejores momentos hace 25-30 años y que, en la actualidad, han caído en el olvido. Una lástima, pues hay muchas que son merecedoras de un sitio en nuestros repertorios culinarios, tal es el caso del brazo de patata, atún, pimiento y tomate que hoy protagoniza esta entrada.

Un receta vintage familiar en toda la regla que, en mi casa, se preparaba mucho en esta época del año y que he querido rescatar del olvido para compartirla con vosotros. La farsa de mi familia siempre fue la clásica de atún, pimiento y tomate, pero cada cual tenía su seña de identidad propia o, como dice el refrán, cada maestrillo...¡su librillo!

Ingredientes para seis raciones

  • 500 g de patata nueva, 150 g de atún en escabeche (peso escurrido), 150 g de pimiento asado (peso escurrido), 50 g de salsa de tomate, sal y pimienta negra molida y mayonesa y aceitunas negras para decorar.

Cómo hacer brazo de patata, atún y tomate

Pelamos las patatas y las cortamos en trozos regulares. Las introducimos en una cazuela con abundante agua salada y las cocemos durante 15-20 minutos o hasta que estén tiernas. Para comprobar el punto las pinchamos con una brocheta, si entra y sale fácilmente es que ya están cocidas.

Escurrimos las patatas, dejamos que atemperen unos minutos y las secamos con papel absorbente (queremos que queden bien secas). Las aplastamos con un tenedor o las pasamos por un pasa puré, si queremos que queden más finas. Sazonamos y reservamos.

A continuación preparamos el relleno. Escurrimos muy bien el atún y los pimientos, los colocamos en un cuenco y los aplastamos con un tenedor. Agregamos la salsa de tomate y salpimentamos.

Extendemos papel film sobre una superficie de trabajo limpia y, sobre este, esparcimos el puré de patata dándole forma cuadrada, sin que llegue a los bordes. Cubrimos la franja central del cuadrado con el relleno y enrollamos en forma de rulo con ayuda del papel film. Giramos los bordes del papel film y dejamos reposar en la nevera durante una hora para que tome cuerpo.

Una vez frío, retiramos el papel film al tiempo que lo pasamos al plato de presentación, con cuidado de no deformarlo. Decoramos con mayonesa y aceitunas negras o con lo que más nos guste: tomatitos cherry, huevo duro, perejil, etc.

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Tiempo de elaboración | 30 minutos + 1 hora de enfriado Dificultad | Fácil

Degustación

Este rulo de patata con atún y tomate es una receta perfecta para las comidas veraniegas, cuando lo que mejor entra es algo fresco y ligero. Si lo acompañamos de una ensalada de hojas verdes, tendremos una comida redonda que sólo necesitará de algo de fruta para rematar la jugada.

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Macarrones con chorizo. Receta tradicional revisitada

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Macarrones con Chorizo

Es curioso cómo el concepto anglosajón de comfort food suele aplicarse muchas veces a platos de pasta. Algo tiene que a todos nos encanta, cada uno con sus variedades favoritas, pero creo que en parte es porque la relacionamos con recuerdos de la infancia. Me gusta que la pasta italiana haya dado lugar a platos típicos en diferentes países que nada tienen que ver con el país transalpino, como los clásicos macarrones con chorizo. Hoy volvemos a esta receta tradicional para revisitarla con algunos toques especiales.

En realidad el plato estrella de pasta de mi madre, al menos para sus dos niños hambrientos, era con salchicha, pero siempre me ha llamado la atención cómo casi todo el mundo recuerda con cariño los macarrones con chorizo de su casa. Me apetecía recrear esta receta para darle un capricho a mi novio y la verdad es que es un plato sencillo pero muy reconfortante, que puede ser delicioso si cuidamos los ingredientes.

Ingredientes para 4 personas

  • 400 g de macarrones, 1 cebolla, 2 dientes de ajo, 1 puerro, 1 pimiento rojo, 1 guindilla (o menos), 2 tomates secos rehidratados, 800 g de tomate en conserva, 150 g de chorizo fresco, vino blanco, 1 hoja de laurel, orégano, albahaca, un poco de azúcar, queso para gratinar, pimienta negra, sal, aceite de oliva virgen extra.

Cómo hacer macarrones con chorizo

Empezamos cociendo los macarrones en abundante agua salada siguiendo las indicaciones del paquete, procurando dejarla al dente. A mí me gusta mezclar la variedad lisa con la rallada, pero es algo totalmente opcional. Escurrir bien y reservar en una fuente o en una bandeja. Picar la cebolla, los dientes de ajo, el puerro, el pimiento y la guindilla sin semillas. Precalentar el horno a 200ºC.

Calentar un poco de aceite en una sartén o cazuela y pochar un pco la cbeolla con los ajos. Agregar el resto de vegetales y cocinar a fuego medio hasta que cojan color. Incorporar el tomate seco picado, el tomate en conserva escurrido, el laurel y un poco de sal y azúcar. Remover bien y cocinar a fuego medio unos 10 minutos. Añadir un chorrito de vino, dejar que evapore el alcohol y echar orégano y albahaca. Cocer 10-15 minutos más.

Triturar la salsa retirando el laurel y reservar. Picar el chorizo retirando la piel o cortar en trozos no muy grandes y dorar en la misma sartén. Añadir la salsa de tomate y los macarrones y cocinar el conjunto un par de minutos. Trasladar a una fuente de horno, añadir el queso y gratinar hasta que se dore al gusto. Servir con pimienta negra recién molida y un poco de albahaca fresca, si tenemos.

Macarrones con Chorizo. Pasos

Tiempo de elaboración | 45 minutos
Dificultad | Fácil

Degustación

Serviremos los macarrones con chorizo tras dejarlos reposar un poco al salir del horno, sobre todo si los preparamos ahora en verano. Es un plato contundente y calórico, así que mejor acompañarlo de una sencilla ensalada o un poco de gazpacho, o como plato único con algo de fruta de postre. Si sobran, recomiendo recalentarlos pasándolos por la sartén, en mi casa al menos casi nos gustaban más así, dejando que se churruscaran un poco.

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Receta de sorropotún de bonito

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Sorropotun Cantabria

El bonito del Norte está en plena temporada y en los mercados lo encontramos a muy buen precio. Es el momento de comprarlo y preparar conservas al natural, en aceite y hacer platos tan ricos como el marmitako o el que vamos a preparar hoy: la receta de sorropotún de bonito.

Este plato tradicional cántabro típico de la localidad de San Vicente de la Barquera, se prepara tradicionalmente sin tomate ni pimiento choricero, para diferenciarse del marmitako, consiguiendo su color oscuro en el caldo a base de pochar bien la cebolla -sin llegar a quemarla-, que se sirve cubierto con una capa de rebanadas de pan.

Descubrí esta receta en el blog Mercado Calabajío a quien sigo desde hace ya diez años cuando ambos empezamos a escribir en nuestros blogs de recetas. ¡Felicidades Carlos por el aniversario y por la receta! Os recomiendo visitar su blog para deleitaros con sus fotografías y explicaciones detalladas. La receta es un auténtico guiso o marmita, de los que apetecen ahora con la reciente bajada de temperaturas.

Ingredientes para 6 personas

  • 1 kg de bonito del norte cortado en tacos, 3 patatas hermosas, 1 cebolla grande, 1 pimiento verde tipo italiano, pan blanco, agua o caldo de pescado, perejil, sal, y opcionalmente una cucharada de salsa de tomate

Cómo hacer sorropotún de bonito

Comenzamos picando la cebolla en brunoise y poniéndola a pochar a fuego muy lento, como si la quisiéramos caramelizar. Se trata de que vaya tostándose muy poco a poco para sacar un color uniforme y no trozos quemados y trozos más crudos. Aquí podéis ver la técnica para hacerlo sin prisa y con un resultado perfecto.

Una vez pochada la cebolla, la retiramos del fuego y la escurrimos bien, quitando el exceso de aceite. Por otro lado, picamos el pimiento en trozos y las patatas en cachelos o trozos irregulares. Es bueno desgarrar o escachar la patata al cortar cada pedazo para que al cocer suelte más almidón dejando así más trabado el caldo.

Freímos los trozos de pimiento, los mezclamos con la cebolla y añadimos las patatas, rehogando el conjunto. Cubrimos con agua (o caldo de pescado) sobrepasando un par de dedos la altura de las patatas y cocemos a fuego lento, dejando que todo vaya tomando sabor. Aprovechamos para cortar la rodaja de bonito en tacos limpios. Si queréis podeís añadir una cucharada de tomate frito pero la receta original no lo lleva, aunque ayuda a dar un poco de color.

Cuando las patatas están ya cocidas, añadimos el bonito del Norte y unas rebanadas de pan blanco, dejamos cocer durante un par de minutos más y apagamos el fuego para evitar que se resequen las tajadas de bonito. Espolvoreamos con perejil y llevamos a la mesa.

Sorropotun Pasos

Tiempo de elaboración | 30 minutos
Dificultad | Fácil

Degustación

La receta de sorropotún de bonito es una buena alternativa al tradicional plato de marmitako. En ambos casos, es un plato que debéis servir como plato único, acompañado de un vino fresquito y completando con un postre ligero. Buen provecho.

En Directo al Paladar | Marmitako de bonito cocinado a fuego lento. Receta
En Directo al Paladar | Ventresca de atún o bonito al horno. Receta

Cachopo de jamón cocido y queso azul. Receta popular asturiana

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El cachopo es uno de los bocados más populares de la gastronomía asturiana, dentro y fuera de sus fronteras. Consiste en dos filetes de ternera rellenos de jamón serrano y queso, empanados y fritos. Una elaboración sencilla, pero altamente exitosa y popular, que hoy homenajeamos con una versión de cachopo de jamón cocido y queso azul.

El tamaño del cachopo asturiano es generoso, por lo que con uno solo suelen comer varias personas. Por cuestiones prácticas, nuestro cachopo de jamón cocido y queso azul es de porción, pero nada nos impide jugar con el tamaño. Lo mismo que con el relleno, en el que se puede utilizar espárragos, pimientos, champiñones, berenjenas, quesos variados, etc. Al gusto.

Ingredientes para dos raciones

  • 4 filetes de cadera de ternera finos (de unos 100-150 g cada uno), 4 lonchas de jamón cocido, 100 g de queso azul, sal, pimienta, harina, 1 huevo, pan rallado y aceite de oliva suave.

Cómo hacer cachopo de jamón cocido y queso azul

Comenzamos trabajando los filetes con la piedra (en su defecto con el puño), para romper los tendones y así ablandarlos y aplanarlos. Los salpimentamos ligeramente y colocamos dos de ellos sobre la superficie de trabajo. Estos son los que servirán de base de nuestros cachopos.

Cortamos las lonchas de jamón del tamaño de los filetes de termera. También cortamos en finas lonchas el queso azul. Cubrimos los dos filetes de ternera con una loncha de jamón cocido, una capa de queso azul y otra loncha de jamón cocido, sin llegar a los bordes. Por último, extendemos los otros dos filetes sobre el relleno y presionamos bien para compactar.

Espolvoreamos con harina, volteando y espolvoreando de nuevo para que el cachopo quede bien cubierto de la misma. Retiramos el exceso y mojamos los cachopos en huevo batido para pasarlos después por pan rallado. Nos aseguramos de que queden bien rebozados y que no hay calvas sin empapar.

Calentamos una cantidad generosa de aceite de oliva suave en una sartén grande. Es importante que esta sea, como mínimo, del mismo tamaño que nuestros cachopos para facilitar la operación. Freímos los cachopos a fuego medio, durante tres o cuatro minutos por cada lado, hasta que queden dorados.

Retiramos del aceite y los dejamos escurrir en una fuente con papel absorbente antes de servir a cada comensal. Es muy frecuente servirlos con patatas fritas y pimientos rojos asados, pero nosotros hemos amortiguado un poco el golpe calórico con una ensalada de hojas verdes.

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Tiempo de elaboración | 30 minutos
Dificultad | Muy fácil

Degustación

Al ser un plato contundente, es más apropiado disfrutar del cachopo de jamón cocido y queso azul a la hora de la comida. Entonces nos podemos dar el capricho de acompañarlo de unas tradicionales patatas fritas, unos pimientos rojos asados y regarlo con alguna salsa que aporte equilibrio como podría ser la salsa de tomate.

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Todas las recetas de las siete maravillas gastronómicas de España en Directo al Paladar

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Hace casi tres meses que la web 7maravillas.es daba a conocer la lista de las siete maravillas gastronómicas de España. Confeccionada con las respuestas de más de 70.000 personas a la encuesta auspiciada por la aseguradora Allianz, apoyada por la Federación Española de Hostelería, la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, escuelas de hostelería y varios restaurantes, la lista dio mucho que hablar.

Si bien es cierto que algunas de las siete maravillas resultaron sorprendentes para muchos, no podemos negar que todas y cada una de las elaboraciones que componen la lista son deliciosas per sé y merecen ser probadas al menos una vez en la vida. Por eso, y por si no lo habéis hecho ya, os traemos todas las recetas de las siete maravillas gastronómicas de España en Directo al Paladar. Para que las podáis hacer en casa y disfrutar de ellas cuando os plazca. ¿Las vemos?

1. Jamón ibérico

No hace falta explicar que del jamón ibérico no tenemos receta. Muy a nuestro pesar, pues ya nos gustaría tener los medios y conocimientos para poder hacer tan fabuloso manjar en nuestras propias casas. Por eso, para ilustrar este epígrafe, hemos recurrido al famoso pan con tomate o pan tumaca tradicional de Cataluña. Una de las mejores maneras que hay de disfrutar de él.

Pan tumaca

A falta de receta, os dejamos el enlace al post en el que os contamos cómo es el proceso de elaboración del jamón, desde la dehesa hasta su comercialización en las tiendas para entender más sobre este producto que es el rey de la gastronomía española y que se ha ganado un puesto de excepción tanto dentro como fuera del país.

2. Papas arrugás con mojo picón

Las papas arrugás son un clásico de la gastronomía de las Islas Canarias. Un buen mojo, en cualquiera de sus variedades, para acompañarlas y nos encontraremos en el paraíso. Son una guarnición excelente o un plato de picoteo que nos gusta a todos. Si no las habéis probado todavía, ya estáis tardando-

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  • Ingredientes para cuatro comensales: 200 gramos de papas negras (si no las encontráis y queréis hacerlas, buscad que sean patatas pequeñitas), 100 gramos de sal gorda y mojo picón.

  • Elaboración: Lavamos las patatas y las ponemos en una olla con la mitad de la sal, añadimos agua hasta cubrirlas casi por completo y la ponemos al fuego. Cuando el agua empiece a hervir, bajamos el fuego y dejamos cocer unos 20-25 minutos. Pasado este tiempo retiramos el agua y secamos las patatas. Las ponemos de nuevo en la olla al fuego y añadimos el resto de sal. Removemos para que la sal y el calor vayan arrugando las papas. Servimos con el mojo picón y a disfrutar.

3. Pulpo a la gallega

El pulpo a feira o a la gallega es uno de los platos más representativos de nuestra gastronomía, concretamente de la cocina gallega, muy apreciado dentro y fuera de la Comunidad Autónoma de Galicia. Imprescindible contar con buen producto, cosa fácil por aquellas tierras, y dominar la técnica que, aunque sencilla, tiene su aquel en lo que a la cocción del pulpo se refiere. Pero nada que no se pueda conseguir con un poco de práctica.

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  • Ingredientes para cuatro personas: 1 pulpo de 1.5 kg congelado (para que se rompan las fibras musculares), 1 cebolla, unas hojas de laurel, sal fina, 4 patatas medianas, sal en escamas, pimentón dulce y aceite de oliva virgen extra.
  • Elaboración: Sacamos el pulpo del congelador 24 horas antes y lo descongelamos en la nevera. Cuando esté descongelado, lo introducimos en una cazuela con abundante agua hirviendo junto con una cebolla y unas hojas de laurel. En el momento de echarlo al agua lo asustamos tres veces, esto es, lo metemos y lo sacamos tres veces, de esa forma veremos como se encoje (se asusta). Lo cocemos durante 30 minutos aproximadamente. Transcurrido este tiempo, lo retiramos, lo escurrimos y cortamos en rodajas las patas y en trozos la cabeza, limpiándola bien (en caso de no haberlo hecho antes de cocerla) dándole la vuelta. Pelamos las patatas y las cortamos en ruedas de un centímetro de grosos, las hervimos en abundante agua salada hasta que estén tiernas. Escurrimos y colocamos sobre un plato de madera, cubrimos con los trozos de pulpo, espolvoreamos con sal en escamas y pimentón dulce y regamos con un chorrito de aceite de oliva virgen extra.

4. Paella valenciana

La paella valenciana es, posiblemente, el plato más popular y representativo del país en el extranjero. Los valencianos están tan orgullosos de ella que hasta han creado su propia denominación de origen en la que se establecen los diez ingredientes que un arroz ha de llevar para ser considerado paella valenciana.

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  • Ingredientes para doce personas: 1 kilo y medio de arroz bomba, 1 pollo, 1/2 conejo, 1/2 kilo de "bachoqueta" (judia verde plana), 1/2 kilo de "garrofó" (alubia grande y plana). Opcionalmente, 6 alchachofas y 1/2 kilo de caracoles. Aceite, sal, pimentón, tomate triturado, azafrán y unas ramitas de romero.

  • Elaboración: Toda paella que se precie comienza por un buen sofrito. En una paella cuanto más grande mejor, se sofríe en abundante aceite el pollo, el conejo, las judías, las alcachofas y los caracoles, sazonando con un poco de sal y pimentón hacia el final. Cuando esté bien dorado se añade el tomate triturado y se rehoga. Con el sofrito listo se debe de añadir el agua. Las proporciones dependen mucho del fuego, del calor que haga, del grado de humedad y de lo grande que sea la paella, pero para comenzar, una buena proporción es la de añadir tres veces el volumen de agua que de arroz, aunque es la experiencia la que ayuda a ajustar y perfeccionar estas cantidades. Subimos la potencia del fuego para que se haga bien el caldo durante 25 o 30 minutos. Es un buen momento de echar el azafrán o, en su defecto, el sazonador de paella. Luego añadimos el arroz "en caballete" (en diagonal) y lo distribuimos por la paella. Cocemos entre 17 y 20 minutos, el tiempo lo marca el grano de arroz y la potencia del fuego. El arroz tiene que quedar completamente seco y suelto. A mitad cocción podemos poner unas ramitas de romero, que retiraremos antes de servir. Por último, dejamos reposar unos minutos tapando la paella con un gran paño antes de servirla.

5. Tortilla de patata

Sin duda, uno de los platos más característicos de la gastronomía española es la tortilla de patata, de patatas o tortilla española. Esta receta sencilla de corte tradicional es habitual en todas las casas y las únicas discusiones sobre ella están relacionadas con la inclusión o no de cebolla y con el nivel de cuajado.

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  • Ingredientes para cuatro personas: 4 patatas medianas (aproximadamente 700 g), 2 cebollas (300 g), 6 huevos M, sal y aceite de oliva.
  • Elaboración: Comenzamos con la tarea más larga, la de caramelizar la cebolla que nos llevará unos 30 minutos. Para ello, pelamos la cebolla y la cortamos en juliana. Después la ponemos en una sartén a fuego muy lento y dejamos que se haga muy despacio, removiendo de vez en cuando. No nos interesa que se dore la cebolla sino que se vaya pochando muy despacio. Mientras la cebolla se hace, pelamos las patatas y las cortamos en rodajas finas, procurando que todas ellas sean de tamaño uniforme. Las dejamos en agua durante 15 minutos y ponemos una sartén con aceite de oliva abundante en el fuego. Sin dar tiempo a que el aceite se caliente, añadimos las patatas y dejamos que se vayan friendo muy despacio, partiendo de un aceite casi en frío. Así conseguimos que las patatas se confiten en lugar de dorarse. De todas formas, cuando lleven unos diez minutos y hayamos removido de vez en cuando, podemos subir el fuego para conseguir que algunas de las patatas queden más tostaditas, originando así contrastes en el plato final. Sacamos las patatas y las escurrimos bien del aceite y las ponemos en un bol grande. Escurrimos la cebolla cuando esté en su punto, y la ponemos sobre las patatas. Batimos los huevos y los añadimos al bol, removiendo con un tenedor para que se mezclen bien los tres ingredientes. Cuajamos la tortilla en una sartén con una cucharada de aceite durante unos tres o cuatro minutos y le damos la vuelta para cuajar la otra cara durante otros tres o cuatro minutos y lista para servir.

6. Quesada pasiega

La quesada pasiega es una delicia cántabra que se preparaba en su origen con queso pasiego fresco. Sus primeras menciones datan del siglo XIV en una preparación parecida a lo que conocemos ahora por quesada, encontrada en el Libro del Buen Amor del Arcipreste de Hita. Se trata de un dulce no muy dulce con una textura suave pero contundente y un sabor al que es difícil resistirse.

Quesada pasiega

  • Ingredientes para un molde de 24 x 24 cm: 500 g de cuajada ( la obtendremos a partir aproximadamente de 2 litros de leche fresca del día) o en sustitución la misma cantidad de queso fresco, queso crema o yogur griego, cuajo en polvo, 4 huevos L, 100 g de mantequilla fundida, 250 g de azúcar, 100 g de harina floja, ½ cáscara de limón rallada y canela en polvo.

  • Elaboración: Si usamos leche recién ordeñada la ponemos a hervir. Una vez llega a ebullición la separamos del fuego y esperamos que alcance los 55 grados, momento en el que le añadimos el cuajo, removiendo hasta que veamos que comienza a cortarse. Cuando veamos ya toda la leche separada del suero la colamos por una gasa y la dejamos reposar unas dos horas colgada para que desuere bien, así obtendremos nuestra cuajada. Reservamos. Si empleamos queso en vez de leche cuajada nos saltamos la explicación anterior. En un bol grande batimos los huevos junto con el azúcar, añadimos la mantequilla fundida a temperatura ambiente, integramos. Añadimos la ralladura de limón y la canela molida, así como la cuajada y la vamos desmenuzando poco a poco con los dedos hasta conseguir una pasta que no necesita ser muy lisa, pues aunque queden trozos de queso se fundirán durante el horneado. Vamos añadiendo la harina tamizada e incorporándola a la mezcla, la vertemos en un molde cuadrado, rectangular u ovalado y cocemos en horno pre-calentado a 180ºC durante treinta minutos.

7. Paparajotes

Este es un postre muy original que se toma tanto en Murcia como en otras zonas cercanas del levante español. Es un dulce curioso, sencillo y humilde. Consiste en rebozar hojas de limonero en una masa fina que se fríen en abundante aceite para espolvorear, después, con azúcar y canela. La masa se come, mientras que la hoja de limonero se desecha.

Paparajotes

  • Ingredientes para 12-16 unidades: 1 vaso de leche, 1 huevo, 1 vaso de harina, 1/2 sobre de impulsor químico, ralladura de un limón, hojas de limonero (mejor con rabito), aceite de oliva, 1 vaso de azúcar y 1 cucharadita de canela.
  • Elaboración: Lavamos y secamos bien las hojas de limonero. En un recipiente horno vertemos la leche, el huevo, la harina, el impulsor y la ralladura de limón. Batimos con unas varillas hasta que no haya grumos. Calentamos el aceite en una sartén hasta que alcance 180ºC. Sumergimos las hojas de limonero en la masa y las freímos hasta que estén doradas, volteando a medio proceso. Escurrimos sobre papel absorbente antes de espolvorear con la mezcla de azúcar y canela por las dos caras.

Imágenes| Valdavia en Wikimedia Commons y Mover el Bigote en Flickr
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Receta de arroz al caldero

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El arroz es un alimento que podemos cocinar de muchas formas, y algunas de ellas como la paella, toman el nombre del recipiente en el que se cocinan. Hoy vamos a preparar la receta de arroz al caldero, una receta clásica de la zona del Mar Menor y Cabo de Palos en Murcia, que toma su nombre del caldero en el que se cocina y se sirve.

Se trata de un arroz de pescado, con un fondo o sofrito muy potente en el que intervienen las ñoras, unos pimientos secos dulces que aportan mucho sabor al guiso. La tradición de esta receta es servir primero el arroz con el ajoaceite o alioli y posteriormente servir el pescado, de modo similar al arroz a banda de la Comunidad Valenciana.

Ingredientes para 4 personas

  • Para el sofrito: 5 ñoras, 1 cabeza de ajo, 3 tomates
  • Para el ajoaceite o alioli: 3 ajos picados bien finos, aceite de oliva virgen extra, sal, unas gotas de zumo de limón
  • Para el arroz caldero: Arroz bomba, caldo de morralla, dos lomos de pescado (lubina, dorada, besugo), azafrán

Cómo hacer un arroz al caldero o caldero de arroz

Para hacer el sofrito, ponemos en el caldero tres cucharadas de aceite de oliva y tostamos las ñoras a las que quitamos las pepitas y el rabito y en cuanto se doran las retiramos. Después freímos las cabezas del pescado en ese aceite. Las retiramos y siempre en el mismo aceite doramos 3 dientes de ajo cortados en láminas y los tomates muy picados. Esa será la base de nuestro arroz.

Para hacer el caldo en el que más tarde coceremos el arroz, preparamos un caldo potente de pescado de roca o morralla como os enseñé aquí, colándolo después. Mientras se va pochando el tomate con el ajo y tenemos listo el caldo, machacamos las ñoras con otro diente de ajo trabajando el conjunto hasta hacer una pasta. Es el momento de añadir un par de cucharas de caldo de pescado al caldero y el contenido del mortero, removiendo bien hasta obtener un caldo potente e intenso que reducimos unos minutos. Allí cocemos los lomos del pescado que una vez listos, retiramos y reservamos para servir tras el arroz.

Para hacer el arroz al caldero, añadimos dentro el resto del caldo que teníamos que aproximadamente debe ser dos veces el volumen del arroz, y lo mezclamos con el concentrado que tenemos dentro. Una vez mezclado, reservamos media taza de ese caldo para poder calentar el pescado reservado para cuando lo vayamos a servir. Metemos el arroz bomba, dentro del caldero, tostamos el azafrán como os enseñé aquí y lo añadimos también. Cocemos el arroz durante 20 minutos hasta que esté en su punto.

Finalmente, preparamos el alioli machacando en el mortero dos dientes de ajo y vamos añadiendo el aceite a hilo, hasta obtener una emulsión similar a la mayonesa pero con el sabor perfecto de esta salsa que tan bien le va a los platos de arroz. Calentamos el pescado en la taza de caldo que habíamos guardado y servimos el arroz al caldero en dos vuelcos. Primero el arroz con el alioli y después el pescado con su salsa de caldo reducido.

Caldero Arroz

Tiempo de elaboración | 1 hora
Dificultad | Media

Degustación

Un arroz al caldero es una receta de plato único, de las que te deja satisfecho para toda la tarde ya que los ingredientes son contundentes y el arroz siempre tiene gran efecto saciante. Sirve este plato con una ensalada como primero y con un postre basado en la fruta porque no necesitarás más para estar feliz con este plato.

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Cazuela de rabo de toro a la cordobesa. Receta tradicional a fuego lento

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Rabo De Toro 121216 0001 2

Hace tan solo dos meses que pude disfrutar de unos días en Córdoba gracias al Califato Córdoba Gourmet, y entre las muchas maravillas que tiene esta ciudad, están sin duda sus bares de tapeo donde tomarse un Montilla-Moriles y una ración de rabo de toro a la cordobesa, un plato que no suele faltar, y que me ha parecido una elaboración exquisita desde que la probé.

Así que, cuando me volví a casa, rondó en mi cabeza esa receta que me había conquistado totalmente, y el primer día que tuve tiempo decidí prepararla en una cazuela a fuego lento, como siempre se hizo, y como no, siguiendo una receta del libro de una cordobesa de cepa y maravillosa cocinera como es Ana de "Las recetas de Mamá". No me equivoqué, el resultado fue un plato de una carne melosa, tierna y con una salsa que quita el hipo y solo pide tener una buena hogaza de pan cerca para mojar como si no hubiese mañana.

Ingredientes para cuatro personas

1 rabo de toro o vaca, 2 tomates maduros, 1 pimiento rojo, 2 dientes de ajo, 125 ml de vino fino Montilla-Moriles, 125 ml de aceite de oliva, 1 rebanada de pan de unos 50 g, harina para espolvorear, unas hojas de laurel, sal y pimienta

Cómo hacer cazuela de rabo de toro a la cordobesa

Comenzaremos enharinando los trozos de carne. En una cazuela ponemos la mitad del aceite y doramos los trozos de rabo. Una vez que los hayamos rehogado, añadimos la mitad del vino y una cantidad de agua suficiente como para cubrir la carne.

Ponemos el fuego fuerte hasta que veamos que comienza a hervir, entonces tapamos la cazuela, bajamos el fuego a suave y dejamos guisar durante dos horas y media o el tiempo suficiente para que la carne esté tierna. Controlamos que no se quede sin líquido, si fuese así añadimos pequeñas cantidades de agua se tiene más rato al fuego estofando.

Mientras tanto, en una sartén ponemos el resto del aceite, y freímos el pimiento rojo troceado. Cuando este esté a medio hacer, añadimos los dientes de ajo, y luego los tomates y la rebanada de pan. Finalmente añadimos el vino restante, unas hojas de laurel y un poco de pimienta, y dejamos cocer todo durante unos minutos. Después trituramos la salsa y la volcamos en la cazuela donde estofamos la carne, removemos todo bien y cocemos durante otros 20 minutos a fuego muy suave, removiendo de vez en cuando para que no se nos pegue.

rabo de toro cordobes

Tiempo de elaboración | 3 horas y media Dificultad | Fácil

Degustación

Mientras que preparáis otras cosas en la cocina podéis tener lista esta cazuela de rabo de toro a la cordobesa, una receta tradicional a fuego lento que os recomiendo probéis ya que os vais a encontrar con un sabor a guiso como los de antes que seguro os conquistará. Si os es difícil encontrar rabo de toro, siempre lo podéis hacer con vaca o ternera, en este último caso necesitaréis para cuatro personas dos rabos de ternera, que podéis encargar con antelación en vuestro carnicero de confianza.

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Las bodas de ayer y hoy: del vestido negro al menú hipster

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No hace mucho, en este país las novias vestían de negro el día de su boda (que tenía relación con el poder adquisitivo y no con malos augurios), los novios se encargaban de la matanza de la res que se comería en el convite -cuando se trataba de una boda con posibles en un entorno rural-, y el chocolate caliente era la bebida estrella, casi una merienda simbólica después de pasar por el altar o el juzgado. Algunos abuelos, por lo menos, cuentan así sus recuerdos del banquete, que en los años 40 y 50 no daban para muchos excesos.

¿Cómo ha evolucionado el menú de bodas desde el pasado siglo a la actualidad? ¿A quién se le ocurrió la peregrina idea de las esculturas de hielo en las mesas? Aquí os contamos cómo han cambiado los menús nupciales y las nuevas tendencias que se observan en las bodas.

Pexels Menu Bodas

Entrantes, primero, segundo, postre... copa y puro

Si en los años 60 y 70 las bodas eran todavía familiares y comedidas, en los banquetes de los años 80 y 90, las cremalleras de los pantalones y vestidos solían tener problemas para cerrar al final del día por las comidas pantagruélicas.

Las primeras empresas de catering para eventos solían estar vinculadas a restaurantes de gran solera, como el restaurante El Xato, de la Nucía (Alicante), con 100 años de excelente cocina mediterránea a sus espaldas, que ha convertido el conocimiento gastronómico de cuatro generaciones en una cocina de vanguardia.

El Xato2

"Mis padres llegaron a dar comidas para bodas, pero hace 70 años era algo muy sobrio: se invitaba a los allegados más cercanos y cuatro vecinos como mucho, para no gastar demasiado. En los pueblos de interior, que vivían de agricultura de subsistencia, los banquetes eran muy sencillos y se servían dulces.

En Alicante eran típicas las "toñas" con chocolate. Después, en los años 60 se dejó el chocolate y se empezaron a dar pequeñas "picaditas": con los invitados de pie frente a mesas de las que se iba picando algo de comer. En los años 90 hasta la crisis llegamos a tener hasta 492 comensales para una boda, pero ese número se ve poco ahora. Desde entonces hemos ido evolucionando hacia el menú gourmet que hoy ofrecemos y que intentamos sea sofisticado, vanguardista y que sorprenda a los invitados", explica Francisco José Cano Fuster, cuarta generación de la familia que lleva El Xato.

La oferta gastronómica también está variando. Si antiguamente se presentaba a la mesa pesados entrantes, primeros, segundos, postres, copa y puro, ahora la tendencia es a la frescura, ligereza y minimalismo, donde se prima la calidad y el sabor sobre la cantidad excesiva. La clave está en el cóctel de bienvenida donde los invitados pueden interaccionar libremente y empezar a matar el hambre con delicatessen y las primeras copas.

"Más importante que entren clientes es que salgan amigos" - Restaurante El Xato

El Xato Fachada

"Los menús que mejor funcionan y que siempre proponemos constan de un buen cóctel con entradas ligeras, un plato único de carne o pescado, un pre-postre ligero y la tarta. Lo importante que debemos plantearnos para el menú de una boda es: ¿qué queremos transmitir? Historia, cultura, tradición que se fusione con una nueva forma de interpretar las recetas de siempre, con influencias que tengan que ver con los gustos de los novios. Más importante que entren clientes es que salgan amigos".

"Uno de los platos que más gusta a nuestros invitados es el “ajo-chufa”, de Valencia, refrescante, es una sopa de ajo blanco con chufa acompañada de un tartar de verduritas y langostinos con una salsita oriental adaptada al estilo mediterráneo. Siempre acompañados de nuestros vinos de la tierra: tinto de Valencia, blanco de Alicante y cava de Requena", explican en El Xato.

El Xato Esferico De Mejillones

También se tiene en cuenta las preferencias y el origen de la pareja, como pueden ser los británicos y su querencia por el cordero. En dos bodas diferentes se puede proponer: por un lado carrillera guisada durante 12 horas con una base de salsa de chutney de nísperos de Callosa d'en Sarrià, y por otro cordero cocinado a baja temperatura durante 18 horas, con salsa teriyaki y acompañamiento de guisantes a la menta.

El minimalismo ha llegado incluso a los postres: aunque se saca una tarta simbólica para que los novios puedan hacerse la foto con ella, la tendencia es a ofrecer primero un "pre-postre" cítrico que aligere el estómago y después la misma tarta de los novios ya porcionada para los invitados. Lo que no cambia es el éxito de la barra libre de copas y coctelería, aunque cada vez más se ofrecen bebidas elaboradas sin alcohol.

Del juego de las sillas al foodtruck

Seguramente muchas parejas casadas recordarán con escalofríos ese juego de tetris para colocar a los familiares por mesas: los que no se soportan, con un mínimo de varias sillas por medio, los jóvenes y solteros juntos, los niños y su menú infantil por otro lado, protocolo para colocar a padres y suegros a la derecha o la izquierda de los novios...

Ahora el planteamiento es más informal y el primer cóctel de bienvenida suele ser de pie, mientras llegan los novios al convite. Al cortador de jamón y showcooking en directo se ha añadido en los últimos años una propuesta culinaria que sencillamente nos encanta: los foodtruck. Esas furgonetas y caravanas hipster con pequeña cocina donde se prepara en directo platos deliciosos para los invitados.

Caravan Made 70 Hector Hernandez

Las propuestas gastronómicas son casi tantas como especialidades de cada foodtruck, desde la divertida gastronomía y estética californiana que propone Eureka Street Food a los productos bio con un maravilloso estilo retro de Caravan Made, cuya caravana es original de los años 70.

Disponer un banquete de este tipo no es incompatible con situar mesas y sillas cerca de la furgo-cocina para que los invitados no tengan que comer de pie necesariamente y puedan descansar. En estos casos se apuesta por mesas redondas sin asiento asignado, donde la interacción con los amigos y familiares sea más cercana e informal. Las tablas de quesos y panes artesanos, los canapés tipo self service, las barras de sushi y las aguas saborizadas con flores y cítricos son también nuevas tendencias en los menús de bodas.

Caravan Made

Celíacos, veganos y alérgenos en la mesa

Con la eclosión de alergias e intolerancias en los últimos años, acompañadas de las restricciones por convicción o religión, el menú de bodas ha ido adaptándose a las nuevas necesidades. Lo más fácil para los novios sería tener en cuenta estas posibilidades y disponer de mesas tipo barra libre con productos específicos y señalados: mesa vegetariana o vegana, mesa sin gluten, mesa sin cerdo, mesa sin alérgenos de tal tipo...
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Así cada invitado podrá disfrutar sin problemas y con total garantía. En estos casos es necesario acordar con el servicio de catering que se elabore los platos sin gluten con todas las precauciones necesarias para evitar la contaminación cruzada y garantizar que esa mesa estará totalmente alejada de los platos con trazas.

Dependiendo de dónde se celebre la boda: en ciudad o campo, mar o montaña, podremos elegir productos de proximidad y de temporada que por cercanía y disponibilidad superarán todas las expectativas. Mariscadas o churrascadas han ido dando paso a la apertura a nuevos sabores internacionales: los menús fusión de inspiración asiática o latinoamericana son ahora muy solicitados por los paladares más exigentes.

Imágenes | YouTube | Pexels | Caravan Made | Restaurante El Xato

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Las 17 mejores recetas de la cocina castellanoleonesa

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Sopa Castellana

Castilla y León es la mayor de las comunidades autónomas españolas, con nueve provincias que comparten gustos y sabores, pero que conservan su propia personalidad. Conforma, junto con Extremadura y Castilla-La Mancha, la España del Asado, aunque las mejores recetas de la cocina castellanoleonesa van mucho más allá.

Los asados de cochinillos y corderos son la cara más conocida de la cocina de Castilla y León pero no son los únicos. También hay que tener en cuenta otros muchos platos que merecen ser conocidos y disfrutados. Las carnes, ya sea cordero, cerdo y conejo, entre otras, se preparan con el mismo mimo que truchas, migas o escabeches. Y lo mismo ocurre con la repostería, muy rica y variada.

patatas a la importancia Patatas a la importancia

La cocina de Castilla y León es recia, sencilla y deliciosa. Los productos más humildes se convierten en grandes placeres para el paladar. Buen ejemplo de ello son las patatas a la importancia. Un guiso muy básico en el que las patatas son rebozadas en harina y huevo y fritas antes de cocer en caldo enriquecido con una picada de ajo, azafrán, perejil y vino blanco.

En una línea de humildad y sencillez muy similar está la sopa castellana que luce en portada, conocida por "sopas de ajo" o "sopas de pan" en otras regiones. Una receta de aprovechamiento en toda la regla en la que el pan duro alcanza otro nivel al ser cocinado en caldo y condimentado con ajo y pimentón.

torreznos con patatas revolconas Patatas revolconas con torreznos

Con pan también se preparan las migas pastoriles, de las que hay infinidad de variantes. Nuestra receta es muy sencilla y básica, pero sabrosa a más no poder. Al igual que las patatas revolconas, una maravilla de bocado con la patata como protagonista, de nuevo, aromatizada con pimentón y acompañada con torreznos. Si nunca las habéis probado, solo diremos que ya estáis tardando.

El bacalao al ajoarriero es un plato cuyo origen algunos ligan a la gastronomía del País Vasco y otros a Castilla. Con esto por delante y sin entrar en disputas, lo que merece la pena es hincar el diente a esta receta en la que productos de la huerta como el tomate, la patata, el pimiento, la guindilla, el ajo y la cebolla, encajan tan bien con el sabor del bacalao.

judiones de la granja Judiones de La Granja estofados

Para los que aman el cuchareo y las legumbres, un plato de judiones de La Granja estofados cuando el frío arrecia puede ser algo parecido a tocar el cielo. Esta variedad de legumbres es muy agradecida, su textura mantecosa hace que se deshagan en la boca. La mezcla con las carnes de cerdo con las que se estofa es, simplemente, espectacular.

Continuamos con los platos de algo con carne con el arroz a la zamorana de cuya receta no disponemos, pero que hemos tomado prestada a una amiga de raíces zamoranas. Es un arroz meloso que se prepara en horno de leña y se caracteriza por su sabor y la contundencia que le aportan las carnes de las que se acompaña. Generalmente chorizo, costilla y oreja de cerdo.

Como hemos mencionado al principio de la entrada, los platos elaborados con carne son los más emblemáticos de la cocina de Castilla y León. Entre ellos destaca el cochinillo cuchifrito, típico de Segovia. El nombre deriva de las dos técnicas que se utilizan para su elaboración: cocer para después freír. Del nombre cocido y frito deriva cocifrito y de ahí cuchifrito o cochifrito.

cochifrito o cuchifrito Cochifrito o cuchifrito

Quizás el cochinillo más famoso de la región sea el de Cándido, restaurante ubicado a las faldas del acueducto de Segovia, donde llevan años asándolo y sorprendiendo a todo el que por sus mesas pasa. Su carne es tan tierna que se puede cortar con un plato. Nuestra receta de cochinillo os puede servir para daros un capricho casero, a falta de poder visitar Segovia, y no os defraudará.

De León es tradicional el cocido maragato, muy similar en elaboración al resto de cocidos del país. Su peculiaridad está en que se sirve a la inversa, en tres vuelcos de carne, verdura y sopa. Parece ser que esta tradición surgió en tiempos de guerra, cuando había que comer lo primero las proteínas de la carne por si había un ataque y no daba tiempo a terminar toda la comida. De sobrar, que sobre la sopa.

Otro guiso tradicional a base de carne, esta vez de cordero, es la chanfaina. En ella se mezclan varios cortes de este animal, con sus patitas, sangre cocida, cebolla, ajo, laurel y guindilla. Lo básico y común es casquería, a la que se le puede añadir: arroz, pan, fideos, legumbres, o patata. Se condimenta con pimentón y huevo duro. Todo un señor plato.

hornazo Hornazo salmantino

Aunque su fama ha trascendido fronteras y hoy en día se puede encontrar en casi todo el país, de la provincia de Salamanca es el hornazo salmantino. Es la merienda típica del Lunes de aguas, ocho días después de Pascua, y conmemora el fin de la época de recogimiento y abstinencia que significa la Semana Santa. Para muchos, hace tiempo, el momento de volver a los placeres de la carne. En todos los sentidos.

La tradición dulcera es variada y entre los postres más memorables de la cocina de Castilla y León está la tarta de San Marcos, famosa en toda la geografía española. Capas de fino bizcocho intercaladas cor crema de nata y de chocolate y cubiertas con yema tostada. ¿Hay alguien aquí que no la haya comido todavía? Probablemente, no.

tocino de cielo Tocinillo de cielo

Las yemas son un ingrediente recurrente en las recetas dulces y así nos encontramos con las delicadísimas yemas de Santa Teresa, que se funden en la boca y parecen sacadas de otro mundo, el tocinillo de cielo, pura lujuria, y el ponche segoviano que, al igual que la tarta de San Marcos, está hecha con capas de bizcocho alternadas, en esta ocasión, con crema pastelera y se cubre de una capa de mazapán que se marca con su característico dibujo romboidal.

Por ultimo, uno de los dulces más típicos de esta comunidad es la torrija con pan. De nombre un tanto redundante, la torrija no es exclusiva de esta zona geográfica, pero si es uno de sus dulces más representativos y populares, especialmente en la época de Semana Santa y Cuaresma cuando las pastelerías de la región venden miles y miles de ellas.

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Las 15 mejores recetas de la cocina asturiana

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Cocina asturiana. Es pronunciar estas dos palabras y pensar en fabada, arroz con leche y cachopo. Es inevitable. Son las tres elaboraciones más populares de tan impresionante tierra, pero no son las únicas. Su localización y clima la convierten en un paraíso para quienes disfrutan de la gastronomía, pues Asturias cuenta con un producto de altísima calidad que lo mismo da que provenga del mar que de los montes, las granjas, la huerta, etc. Producto con el que se preparan las mejores recetas de la cocina asturiana, de las que os traemos un total de 15.

Estamos seguros que nos dejamos muchas fuera, pues si algo caracteriza a Asturias es la cantidad de recetas tradicionales que hay según la zona. Cada pueblo parece tener algo típico, un dulce, uuna torta, un pan, y a nosotros nos encantaría que quienes vivísy conocéis bien el territorio compartíérais con nosotros estas recetas. Así engrosamos la lista de las 15 mejores recetas de la cocina asturiana y salimos todos ganando.

1. Cachopo de ternera

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Ingredientes para dos personas: 4 filetes de ternera, 100 g de jamón serrano en lonchas, 100 g de queso para fundir, 2 huevos y 50 g de pan rallado.

Elaboración: Comenzamos trabajando los filetes con la piedra, para ablandarlos y aplanarlos. Los filetes de cadera son muy tiernos y resultan apropiados para hacer esta receta. Podemos utilizar 4 filetes, o pedir al carnicero que nos los corte formando librillos que posteriormente cerraremos sobre sí mismos. Salpimentamos los filetes y colocamos sobre cada uno, el queso de fundir y una loncha de jamón serrano, cerrando a continuación el librillo con la otra mitad del filete. Ya montado el relleno del cachopo, se aprieta un poco para compactar los ingredientes, se asegura si es necesario con unos palillos de madera, y se empana, pasando el cachopo por huevo batido y a continuación por pan rallado. Hay quien prefiere dar un doble empanado para que quede más sellado, pero yo prefiero hacerlo una sola vez. Después, se fríen los cachopos de uno en uno, en una sartén con abundante aceite de oliva, cuidando que no esté demasiado caliente para que se hagan bien por dentro, dejando que frían durante 3-4 minutos por cada lado, hasta que queden dorados, el queso esté fundido y la carne, al punto deseado. Finalmente, se escurren en papel absorbente y se sirven enteros o cortados por la mitad. La tradición es utilizar grandes filetes de la babilla o la cadera por lo que a veces los cachopos no caben en un plato y hay que servirlos en una fuente para cada persona.

Enlace | Cachopo de ternera

2. Pastel de cabracho

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Ingredientes para cuatro personas: 800 g de cabracho, 3 huevos, 3 palitos de cangrejo o surimi, 30 g de tomate frito casero, 1 pimiento del piquillo, 100 ml de nata líquida para montar, 10 g de mantequilla, 1 cebolla, 1 puerro, 1 zanahoria, 1 hoja de laurel, 15 ml de aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta negra.

Elaboración: Ponemos una olla con agua y sal a hervir. Le añadimos la cebolla, el puerro, la zanahoria, la cucharada de aceite y el laurel y cocemos durante diez minutos para preparar un caldo corto. Seguidamente echamos los pescados y los cocemos durante otros quince minutos. Los retiramos y les limpiamos de piel y espinas, desmigándolos con cuidado para otro recipiente. Debemos de obtener unos 400 gramos de carne de pescado limpio. Precalentamos el horno a 180 grados y enmantequillamos un molde de cake con la mantequilla para después forrarlo con papel de horno. En un recipiente añadimos el pescado desmigado, los palitos de surimi, el pimiento del piquillo, los huevos, la salsa de tomate y la nata. Batimos muy bien hasta formar una pasta fina. La añadimos al molde, alisamos su superficie y horneamos durante cuarenta a cuarenta y cinco minutos. Dejamos enfriar en la nevera durante un mínimo de dos horas.

Enlace | Pastel de cabracho

3. Guiso de pitu de caleya con patatinas

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Ingredientes para cuatro personas: 1 pitu de caleya de 3 kilos aproximadamente, 5 cebollas medianas, 1 cabeza de ajos, 1 pimiento verde grande, una pizca de pimentón, 250 ml de Jerez seco, ½ litro de aceite de oliva, 200 ml de coñac, sal, harina para espolvorear la carne y 12 patatinas nuevas.

Elaboración: Trocear el pollo en octavos, echarlo en un bol con los dientes de ajo pelados y la mitad del Jerez seco. Dejarlo en adobo durante una noche. Al día siguiente escurrir la carne, secarla con papel de cocina, salarla y pasarla ligeramente por harina sacudiendo el exceso. Poner una sartén con el aceite y freír el pollo hasta que esté ligeramente dorado. Reservar. En una cazuela añadir la mitad del aceite de freír y echar la cebolla y el pimiento verde picado en trozos menudos. Añadir los ajos y la carne y dejar que se poche todo a fuego lento hasta que veamos dorada la cebolla. Echar la pizca de pimentón y revolver. Añadir el vino restante y el del adobo, dejándolo cocer durante hora y media vigilando que no se pegue. Cuando pase el tiempo, añadir el coñac y dejar cocer otra hora y media más, a fuego suave. En caso de que se consumiera el líquido ir echando pequeños pocillos de agua para mantener la salsa. Cuando falten treinta minutos ir friendo en el aceite que nos había sobrado, las patatitas nuevas hasta que se doren. Escurrirlas y echarlas al guiso para que se terminen de hacer en él.

Enlace | Guiso de pitu de caleya con patatinas

4. Chipirones "afogaos"

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Ingredientes para cuatro personas: 1 kilo de chipirones, 300 g de cebolla, 3 dientes de ajo, 1 guindilla cayena, 50 g de pimiento verde, 200 ml de vino blanco de calidad, 100 ml de aceite de oliva, 25 ml de ron, 1 hoja de laurel, 1 cucharada de perejil fresco picado y sal.

Elaboración: Comenzaremos limpiando bien los chipirones, que podemos hacerlo dejándolos enteros como suele ser la receta habitual o bien cortándolos en anillas como de un centímetro de grosor, estilo que prefieren en mi casa y que por eso lo he hecho así. Los salamos y reservamos para después. Cortamos la cebolla, el pimiento verde en trozos pequeños y el ajo en láminas y lo pochamos todo en el aceite durante quince minutos a fuego bajo. Añadimos la guindilla y el laurel. Entonces añadimos el ron y dejamos que se evapore durante tres minutos, agregamos el vino blanco y dejamos reducir de nuevo durante cuatro minutos. Agregamos los chipirones a la cazuela, subimos durante un minuto el fuego, y lo bajamos de nuevo para dejarlos que se cocinen a fuego lento durante veinticinco minutos. Una vez pase el tiempo les espolvoreamos con el perejil fresco picado.

Enlace | Chipirones "afogaos"

5. Rollo de bonito al estilo asturiano

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Ingredientes para dos rollos de bonito pequeños o uno grande: Para el rollo: 500 g de bonito fresco, 50 g de jamón serrano o tocino, 2 huevos crudos, 2 huevos cocidos, 50 g de harina, 2 cucharadas de pan rallado, 2 pimientos del piquillo en conserva, media cebolleta, un vaso de aceite de oliva, perejil y sal. Para la salsa: 2 cebollas, 4 tomates, 1 vasito de vino blanco, 1 diente de ajo.

Elaboración: En un cazo cocemos dos huevos y reservamos. Comenzar quitando las pieles y las espinas al pescado y desmenuzándolo muy menudo en un tabla de cortar. También se podría dar unos golpes en una picadora de carne si os gusta más fino y que no se encuentren los trozos de bonito. Se pone el pescado desmenuzado en un bol y se le añade sal, ajo y perejil picados. Incorporarle el jamón o el tocino en trocitos, los huevos duros picados, los pimientos del piquillo también en trozos así como la cebolleta. Añadir el pan rallado y compactar la mezcla formando seguidamente dos rollos pequeños o uno grande, dándoles forma cilíndrica. Si os resulta complicado ayudaros con un papel film de cocina. Rebozarlos en harina y huevo batido y freírlos en una sartén con aceite caliente. Reservarlos y pasarlos al frigorífico para que enfríen y sean más fáciles de cortar en rodajas. Para preparar la salsa, poner un chorrito de aceite en una cazuela de fondo grueso. Picar menuda la cebolla y el ajo, pelar los tomates y trocearlos en trozos pequeños. Una vez que haya calentado el aceite añadir la cebolla y el ajo hasta que se doren a fuego suave. Echar el tomate picado y sofreírlo durante veinte minutos, añadir el vino y dejarlo unos diez minutos más. Añadir el rollo entero o en rodajas y dejarlo cocer unos minutos todo junto. Servirlo bien caliente.

Enlace | Rollo de bonito al estilo asturiano

6. Tortos de maíz con revuelto de morcilla asturiana

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Ingredientes para seis tortos aproximadamente: 120 g de harina de maíz molida natural sin cocer, 120 g de agua templada con un pellizco de sal, 1 morcilla asturiana no muy curada, 2 huevos L y aceite de oliva para freír.

Elaboración: Comenzaremos cociendo durante una hora en agua hirviendo la morcilla o bien aprovechamos una que nos haya quedado de hacer una fabada asturiana. Reservamos. Al mismo tiempo que se va cociendo la morcilla, en un bol añadimos la harina de maíz, añadimos el agua templada y el pellizco de sal y removemos con un tenedor hasta hacerse unas migas. Entonces en el mismo bol vamos formando con las manos una bola compacta. Mojamos un paño limpio de cocina en agua caliente y envolvemos la bola en él, dejándola dentro del recipiente envuelta durante una hora reposando. No tiene que crecer ni levar, solo fermentar ligeramente la harina de maíz. En una sartén con unas gotas de aceite desmenuzamos la morcilla retirándole la piel y la calentamos, le añadimos los huevos semibatidos y formamos un revuelto a nuestro gusto más o menos cuajado. Reservamos en un sitio templado. Una vez pasado el tiempo dividimos nuestra bola en seis porciones y en el mismo trapo húmedo vamos aplastándolas hasta formar como una especie de tortita de unos cinco centímetros de diámetro. Ponemos en una sartén el aceite a calentar y las vamos friendo retirándolas para un plato con un papel de cocina para que se absorba el aceite sobrante. Repartir el revuelto por encima y servir rápidamente.

Enlace | Tortos de maíz con revuelto de morcilla asturiana

7. Fabada asturiana

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Ingredientes para cuatro personas: 450 g de fabes de La Granja 250 g de cebolla, 2 dientes de ajo, 2 chorizos asturianos, 2 morcillas asturianas, 200 g de lacón salado, 200 g de tocino, 1 hoja dee laurel, 45 g de aceite de oliva viirgen extra, 5 g de pimentón dulce y sal.

Elaboración: La noche anterior comenzaremos dejando las habas en remojo en un recipiente grande pues crecen bastante, por otra parte en otro bol pondremos a desalar nuestro lacón. Al día siguiente echamos las habas en una olla de fondo grueso, añadiremos los dientes de ajo, la cebolla entera pelada, el aceite de oliva, la hoja de laurel y el pimentón, cubriremos con agua, mejor mineral, hasta dos dedos por encima de nuestras fabes, dejando que lleguen a la ebullición y cortando la cocción con un chorro de agua fría. Esto es lo que se dice “asustar les fabes”, operación que repetiréis a lo largo de la cocción otras dos veces más. Mientras, lo que yo hago habitualmente, es en otra olla pequeña darle un hervor por separado a la carne, esto hace que sobre todo la morcilla suelte parte de su grasa y no nos quede con tanta al final la fabada, este paso es totalmente prescindible, si no os importa el exceso de grasa ese día, añadiréis toda la carne a la olla donde se cuecen las habas una vez que las hayamos asustado. Seguir cociendo a fuego medio-bajo durante tres horas aproximadamente, desespumando si es necesario y observando que no se quede seca, en el caso de ser así, vais añadiéndole pequeñas cantidades de agua caliente, bien sola o bien de la olla donde en un principio habíamos escaldado las carnes, acordándose otras dos veces de asustar la fabada con agua fría a lo largo del tiempo de cocción. Justo cuando las fabes ya están cocidas y ha pasado el tiempo, comprobar la sal y añadirle la que necesite, dejando cocer la fabada unos minutos para que la sal se incorpore. No echarla al principio sino en este momento.

Enlace | Fabada asturiana

8. Bollos "preñaos"

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Ingredientes para 20 unidades: 500 g de harina panadera, 300 g de agua, 10 g de sal. 20 g de levadura de panadería y 300 g de chorizo asturiano fresco.

Elaboración: Poner en un cuenco, la harina y la levadura desmenuzada. Añadimos el resto de los ingredientes, excepto el chorizo y la leche de pintar los bollos, y mezclar con la mano o con el extremo redondeado de la rasqueta de plástico o una cuchara de madera durante 3 minutos aproximadamente, hasta que la masa empiece a formarse. Retiramos la masa y la ponemos en la superficie de trabajo. Comenzamos amasando de la siguiente manera: deslizamos los dedos por debajo de la masa, con los pulgares por encima. Levantamos la masa y la dejamos caer. Estiramos la masa y la levantamos sobre sí misma para atrapar el aire. Repetimos estos movimientos durante unos minutos hasta que la masa sea firme, pero esté manejable. Cuando veamos que esto ocurre, formamos una bola escondiendo los bordes hacia abajo. Dejamos reposar esta bola en un bol untado de aceite de oliva y cubierto con film transparente también untado con aceite, durante una hora más o menos en un sitio cálido. Cuando pase el tiempo sacamos la masa y la apretamos con los nudillos para desgasificarla. Cortamos porciones de unos 50 gramos, y las hacemos rodar en la encimera para formar pequeñas bolas, que dejaremos reposar 5 minutos tapadas con un paño. Cogemos cada bolita, la aplastamos en forma de rectángulo y ponemos un a porción de chorizo sin piel dentro, arremetemos los bordes para formas el bollito. Los colocamos en una bandeja de horno separados y los dejamos levar durante otra hora. Precalentamos el horno a 220 grados centígrados. Pintamos los bollitos con un poco de leche y sal. Horneamos los bollitos sin aire durante 20 minutos, dejándolos enfriar encima de una rejilla.

Enlace | Bollos "preñaos"

9. Casadielles asturianas de nuez

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Ingredientes para 12 unidades: 1 placa de hojaldre rectangular de 30 x 40 centímetros aproximadamente, 200 g de nuez molida, 100 g de azúcar y 50 ml de licor de anís (opcional).

Elaboración: En un bol echamos la nuez molida y el azúcar, removiendo para mezclar todo. Poco a poco se le añade el anís y se va juntando con la mezcla de frutos secos y azúcar hasta formar una masa homogénea. Seguimos estirando nuestra plancha de hojaldre y cortando rectángulos de 10 por 15 centímetros. En la parte superior echamos una cucharada de la mezcla de nuez, dejando como medio centímetro de los bordes laterales. Plegamos para tapar el relleno y volvemos a plegar hasta que nos quede como una empanadilla de forma rectangular. Colocamos en una bandeja de horno y enfriamos en la nevera mientras que precalentamos el horno a 190 grados. Horneamos durante veinte minutos o hasta que se vean doradas, Decoramos con azúcar lustre por encima.

Enlace | Casadielles asturianas de nuez

10. Crema de arroz con leche

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Ingredientes para cuatro personas: 1 l de leche entera fresca, 300 g de nata líquida para montar, 120 g de arroz redondo, 600 g de agua, 200 g de azúcar, 50 g de mantequilla, 1 rama de canela, sal y 100 g de azúcar (para caramelizar, opcional).

Elaboración: Comenzaremos colocando el agua, la canela y el arroz una olla de tamaño mediano al fuego. Cocer hasta que el arroz se rompa y se forme una pasta vigilando que no se pegue, si veis que se queda muy seco podéis añadirle un pocillo más de agua caliente durante la cocción. Esto os llevará como 15 minutos más o menos. Mientras, en otra olla más grande, que será donde hagamos toda la cocción de la crema de arroz con leche, calentamos la leche y la nata hasta justo que llegue a hervir. Añadimos la pasta de arroz que habíamos preparado antes y con un cucharón o pala, mejor de madera, comenzamos a remover para que no se nos pegue al fondo de la olla. La cocción será de más o menos 45 minutos a una hora a fuego medio. En una escala de 1 a 9 en la placa, más o menos entre 6 y 7 de potencia. Cuando veamos que la mezcla va espesando, echamos la mantequilla en trocitos, y la integramos bien en el resto de la preparación. Separamos un momento del fuego, añadimos la sal y el azúcar en forma de lluvia, y sin dejar de remover. Cocemos durante otros diez minutos, sin parar de remover y lo repartimos en platos, boles o una fuente. Enfriar y justo cuando lo vayamos a servir, espolvoreamos el azúcar por la superficie de la crema y caramelizar con el soplete de cocina.

Enlace | Crema de arroz con leche

11. Carajitos del profesor

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Ingredientes: 250 g de avellana molida, 130 g de azúcar, 90 g de clara de huevo o aproximadamente 3 claras.

Elaboración: Comenzaremos precalentando el horno a 180 grados con calor arriba y abajo, y preparando una bandeja de horno con un papel pergamino por encima. Pelamos y trituramos las avellanas con un robot de cocina o un molinillo de café. Las echamos en un bol y lo mezclamos con el azúcar, removiendo para que se integren bien los dos ingredientes. Vamos añadiendo la clara de huevo de una en una removiendo con un tenedor para que la absorba la avellana. Debemos de conseguir una masa blanda, por lo que dependiendo de la calidad de nuestras avellanas y de la clara necesitaremos esos 90 gramos o quizá un poco menos. Cogemos dos cucharas soperas o un racionador de helados pequeño y vamos haciendo montoncitos más o menos iguales de masa encima de la placa. Horneamos veinte minutos o hasta que veamos dorados los carajitos. Retiramos del horno, una vez pasados cinco minutos encima de la bandeja los colocamos en una rejilla para que se terminen de enfriar.

Enlace | Carajitos del profesor

12. Mantecado imperial de Avilés

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Ingredientes para un molde de 22 cm: 4 huevos pesados con su cáscara a temperatura ambiente, la misma cantidad de mantequilla de muy alta calidad o manteca de vaca casera, la misma cantidad de azúcar, la misma cantidad de harina y 200 g de azúcar glas o lustre para el glaseado.

Elaboración: Es muy importante tener los huevos a temperatura ambiente para que el batido no se corte al añadir la mantequilla. Comenzaremos derritiendo en un cazo la manteca y la coceremos durante diez minutos a fuego suave, la colamos para un bol y la dejamos enfriar hasta que esté a temperatura ambiente. Engrasamos con mantequilla un molde alargado y precalentamos el horno a 175 grados con calor arriba y abajo. En el vaso de una batidora con varillas batimos los huevos con el azúcar hasta que tripliquen su volumen y se tornen blanquecinos. Añadimos la mantequilla a temperatura ambiente y se bate bien hasta que se vea integrada. Echamos la harina tamizada y removemos con una cuchara de madera despacio hasta que no veamos grumos. Vertemos la mezcla en el molde y cocemos de cincuenta minutos a una hora. Dejar enfriar. Para hacer la glasa, echamos azúcar glas en un bol, vamos añadiendo agua y removiendo con una espátula de silicona hasta que veamos que tiene textura de crema ligera. La metemos un minutos en el microondas hasta que se ponga transparente, y vertemos por encima del mantecado cuando este haya enfriado totalmente. Dejamos secar.

Enlace | Mantecado imperial de Avilés

13. Pastas Moscovitas

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Ingredientes para 50 unidades: 200 g de nata, 200 g de almendra en granillo cruda, 200 g de azúcar glas, 40 g de harina, 200 g de chocolate de cobertura con leche y 20 g de manteca de cacao (opcional).

Elaboración: Comenzaremos poniendo al fuego un cacito la nata, la almendra granillo, el azúcar glas y la harina, removemos a fuego lento hasta incorporar los ingredientes pero sin que lleguen a hervir. Reservamos a un lado para que espese un poco la masa. Precalentamos el horno a 180 grados con turbo si tenéis o a 190 grados con calor arriba y abajo. Preparamos unas placas de horno y las forramos con papel sulfurizado, entonces vamos depositando con una manga pastelera o una cuchararita una cantidad como del tamaño de una avellana, bien separadas unas de otras pues se extienden mucho al hornearse y las cocemos a esa temperatura durante unos diez minutos hasta que las veamos doradas. Las dejamos enfriar cinco minutos y las vamos despegando con cuidado del papel extendiéndolas en una encimera. Mientras, derretimos el chocolate y la manteca de cacao en un cacito al baño maría para que no se queme y una vez derretido vamos pintando con una espátula o una brocha de repostería la cara lisa de nuestras pastas, las dejamos enfriar en una rejilla hasta que el chocolate seque y ya las tenemos listas. Como se tarda un rato en pintarlas os aconsejo que dejéis el baño maría con el chocolate a fuego muy bajito para que la cobertura no se os endurezca mientras que lo hacéis.

Enlace | Pastas Moscovitas

14. Carbayones

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Ingredientes para cuatro personas: 500 g masa de hojaldre, 100 g de almendras molidas, 100 g de mantequilla, 6 huevos, 100 g de harina, 500 g de azúcar y 60 cc de licor de manzana (o vino dulce). Para el glaseado: zumo de medio limón (colado) 100 g de azúcar y 50 cc de agua.

Elaboración: Monta las yemas con el azúcar y el vino dulce, batiendo hasta que la mezcla blanquee. Monta aparte las claras a punto de nieve, con tres cucharadas de azúcar. Mezcla las claras batidas con la mezcla de yemas y azúcar, removiendo con suavidad para que no se baje mucho. Añade a la masa las almendras molidas, removiendo con cuidado. Espolvorea con la harina y sigue removiendo, junto con la mantequilla derretida. Mezcla con una espátula para que no pierda el aire la masa. Forra unos moldes con la masa de hojaldre, rellena con la masa y hornea a 180º durante 30 minutos, o hasta que queden dorados. Saca del horno, deja templar y desmolda. Prepara el glaseado mezclando el azúcar con el zumo de limón y el agua, calentando en un cazo o sartén hasta que se haga un almíbar brillante. Aparta y bate con un tenedor para que blanquee un poco y cubre los carbayones, una vez fríos, con el glaseado templado. Si se enfriara mucho el glaseado vuelve a poner un momento al calor.

Enlace | Carbayones

15. Frisuelos, frixuelos o frayuelos

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Ingredientes: 2 huevos, 1/2 litro de leche, harina, sal, aceite de oliva, azúcar y 1/2 sobre de levadura en polvo (opcional).

Elaboración:Primero batimos los huevos con una pizca de sal y lo mezclamos con la leche. Después añadimos poco a poco la harina mezclada con la levadura en polvo y batimos con energía. Debe quedar una mezcla líquida, fina y espesa. Ponemos una sartén, al fuego con bastante aceite de oliva y esperamos a que este caliente. Con un cucharón sopero echamos la masa haciendo una espiral de más abierta hasta cerrarla en el centro. Hay que intentar que quede bien extendida. Le daremos la vuelta cuando empecemos a ver que esta dorada y la hacemos por el otro lado.

Enlace | Frisuelos

En Directo al Paladar | Las 17 mejores recetas de la cocina castellanoleonesa
En Directo al Paladar | Las 12+1 mejores recetas de la cocina catalana

Las 20 mejores recetas de la cocina riojana

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Pisto Riojano

Decir Rioja es decir vino, lo sabemos todos los amantes y no amantes del buen comer y beber de dentro y fuera del país. Es la asociación más común que se hace de esta tierra, algo que se han ganado a pulso por la excelencia y calidad de sus caldos. Sin embargo La Rioja también es aceite, coliflor de Calahorra, queso Camerano, pimiento, chorizo y pera Rincón de Soto. Todos ellos productos con DOP o IGP, garantía de la mayor calidad.

La cocina riojana tradicional es fiel a los sabores y formas de cocción de la tierra, alejada de tendencias innovadoras. Es una cocina que engancha por su autenticidad, respeto por las tradiciones y sus recetas transmitidas de generación en generación. Se trata de una cocina de transición entre las cocinas navarra, vasca y aragonesa en la que los productos de la huerta, las legumbres y las carnes son los principales protagonistas de sus platos.

Muchos de sus platos llevan la denominación "a la riojana", lo que proviene del uso abundante del pimiento de sus huertas y/o de sus derivados en los mismos. Son muy populares las patatas a la riojana, un plato humilde y sencillo que muchos no dudarían en incluir en su lista de últimos deseos culinarios si tuvieran necesidad de ello.

patatas a la riojana Patatas "a la riojana"

El secreto de unas buenas patatas a la riojana está en el uso de autentico chorizo y pimiento choricero riojanos y patatas lo más nuevas posible, que han de ser chascadas (o cascadas), nunca cortadas a cuchillo, para que suelten su almidón y el caldo engorde mejor. Hay quienes añaden pimiento rojo o verde al plato, como podéis ver en nuestra receta, pero esto es opcional.

Otro plato con apellido regional es el bacalao a la riojana. Un clásico de la cocina tradicional popular que cautiva por su sencillez en el que la calidad de los ingredientes es esencial. Una fritada de cebolla, tomate y pimientos rojo y verde conforma la base sobre la que se cuece el taco de bacalao, previo paso por la sartén.

Bacalao A La Riojana 44 Bacalao a la riojana

En La Rioja existen numerosos ríos trucheros donde se pescan ejemplares de gran calidad con los que preparar la trucha a la riojana, entre otras recetas. Este plato se elabora rellenando con una loncha de jamón la trucha, previamente destripada, lavada y bien seca, con una loncha de jamón y friéndola en abundante aceite.

La menestra es una de las elaboraciones más representativas de la cocina riojana, en ella el producto de la huerta es rey. A veces se presentan las verduras solas, cocidas y aliñadas con aceite de oliva y se aprovechan aquellas que estén en temporada, como la menestra de alcachofas rebozadas. Otras, sin embargo, se les añaden pequeños trozos de chorizo y otros ingredientes.

pimientos asados

Entre las recetas con verduras, los pimientos rojos asados, la fritada riojana y el pisto riojano son tres de los platos más característicos. Este último se prepara cociendo a fuego lento calabacín, ajo, tomate y pimiento verde. Una vez listas las verduras y reducido su jugo, se añade un huevo batido, se remueve y se deja cuajar. Listo para servir.

También es muy característica de La Rioja la receta de cardos en salsa de almendras que nosotros hemos preparado con cardos en conserva (si pincháis en el enlace iréis directos a nuestra receta), pero que podéis mejorar notablemente si usáis cardos frescos. Hay quienes los preparan con jamón o simplemente a la plancha. Al gusto. De cualquier forma son deliciosos.

cardos en salsa de almendras Cardos con salsa de almendras

Las legumbres tienen mucho peso en la cocina riojana. Con los caparrones, una variedad de alubia roja, pequeña y redonda, se preparan guisos sabrosos como los caparrones "coloraos". Marca la tradición que se cuezan en olla de barro e incluyan tropezones varios como chorizo, carne de cordero, tocino y algunas verduras. Los de Anguiano y Castañares son especialmente famosos ¿os animáis a comprobarlo?

Las pochas, muy típicas también de sus vecinos navarros, se preparan de muchas maneras entre las que quizás, las pochas con codornices, sean el plato más famoso. Las pochas son una variedad de alubia blanca de piel fina y textura suave que no se deja secar sino que se cuece fresca. Se funden en la boca pues son mantequilla pura. Una delicatessen.

caparrones Caparrones "coloraos"

Para los amantes de la casquería, La Rioja guarda un tesoro llamado embuchado de cabrito, un embutido típico elaborado a base de tripas de cordero bien limpias, enrolladas a modo de madeja, aceite de oliva y sal. Es un pincho habitual en bares y restaurantes que lo sirven asado al horno y entero o cortado en rodajas finas y pasado por la plancha. También es conocido como Zarajo en cuenca o Madeja en Zaragoza.

Otras elaboraciones que conforman esa cocina riojana de recetas que pasan de generación en generación que hemos mencionado son:

  • Sangrecilla, dados de sangre de cordero que se rehogan con cebolla picada, se cuecen en salsa de tomate y se rematan con huevo batido en el momento de servir, dejando que este cuaje al tiempo que se remueve sin parar.

  • Asadurilla de cordero, vísceras de cordero troceadas que se rehogan, junto con cebolla piacda finamente, en una cazuela con aceite bien caliente hasta dorar. Se condimentan con un majado de ajo y perejil y unas cucharadas de salsa de tomate. Admite pimentón, lo que le da un toque de sabor muy distintivo.

  • Conejo con caracoles, trozos de conejo rehogados en una cazuela con aceite hasta dorar a la que se añaden harina y agua y se deja cocer a fuego moderado. Los caracoles se cuecen a parte, se sofríen con tocino de jamón y un poco de salsa de tomate antes de añadir a la cazuela con el conejo.

  • Patorrillo, guiso a base de tripas de cordero de leche o cabrito con las que se forman pequeñas madejas en cuyo interior se colocan patitas de cabrito. Se cuecen inicialmente en agua, con una cebolla, sal y laurel, y se terminan añadiendo una salsa con trocitos de tocino de jamón y un majado de ajo y perejil, harina y agua.

Fardelejos 242572869 Fardelejos

En época de fiestas, el zucarrapote se convierte en la bebida imprescindible de todas las localidades de esta comunidad. Se elabora cociendo una pequeña cantidad de vino, con azúcar, canela en rama y limón en zumo y peladura. Esta especie de almíbar se mezcla con más vino, de deja reposar y se consume después de una semana.

En materia de dulces, encontramos postres con fruta fresca como protagonista por un lado y postres con la almendra como base por otro, como los fardelejos, unos hojaldres rellenos de crema de almendra, típicos de la localidad de Arnedo, en la Rioja Baja, pero extendidos a toda la región. El melocotón con vino, un postre de temporada para el que se usa la variedad de melocotón amarillo llamado "del pico" y la compota riojana, fruta cocida que se sirve fría.

torrijas de leche Torrijas de leche

Por último, ligados a festividades concretas encontramos las torrijas de leche, de presencia obligada el día de San José en las mesas riojanas, y los mazapanes, omnipresentes en el periodo navideño en todo el país, en su forma más común, pero con nombre propio en La Rioja a través de sus afamados mazapanes de Soto.

Fuentes consultadas | Academia riojana de gastronomía
Imagen de portada | Pisto riojano
Otras imágenes | Cocina y aficiones, Topsy.one y Boca Dorada en Wikimedia Commons
En Directo al Paladar | Las 12+1 mejores recetas de la cocina gallega
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Pisto riojano. Receta tradicional

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Pisto Riojano

De no ser por el trabajo de documentación e investigación llevado a cabo al escribir el artículo sobre las mejores recetas de la cocina riojana, no me habría topado con la receta de pisto riojano. Una versión del pisto manchego al que estoy acostumbrada que me ha parecido deliciosa. El añadido del huevo a las verduras es un acierto que aporta una textura cremosa insuperable.

En favor de lo mucho que nos ha gustado esta receta de pisto riojano os contaré que uno de mis hijos, que siempre protesta cuando preparo pisto manchego en casa, me ha pedido que lo vuelva a hacer pronto. Y lo haré, pero le añadiré unas patatas en dados como he visto que hacen muchas de las fuentes que he consultado sobre cocina riojana. Seguro que queda de muerte lenta.

Restaurante LAV: neo-maridaje y cocina vanguardista a 35 euros en León

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Restaurante Lav Portada Leon

De León se conoce la belleza de su casco antiguo, su catedral, los extraordinarios productos tradicionales como la cecina, el cocido o el botillo, las generosas tapas y sus grandes vinos.

Lo quizás sea menos conocido es el talento joven de sus grandes chefs, no solo los que han sido capaces de ganar y mantener una Estrella Michelín, como Cocinandos, sino también la siguiente generación que ha regresado después de trabajar en restaurantes de alta cocina para innovar y aportar su talento a la gastronomía leonesa.

El último ejemplo de éxito es la apertura a finales de 2016 del restaurante LAV: neo-maridaje y cocina vanguardista a 35 euros en León. El chef Javier del Blanco y el jefe de sala y sumiller Daniel Giganto podrían revolucionar próximamente el panorama gastro de la ciudad.

¡Nos hemos colado en la cocina! ◇ #lavamosaliar ◇ #restaurantelav ___ @hotel.alfonso.v @grupovamuca

Una publicación compartida de LAV (@restaurantelav) el

Neo-maridaje y cocina vanguardista

Atención foodies del mundo: si no habéis probado ya la original propuesta de LAV (Avenida Pradre Isla, 1. Tel. 987 22 09 52) quizás sea momento de hacerlo, antes de que se ponga de moda y sea necesario reservar con seis meses de antelación.

El término "LAV" hace referencia al "Laboratorio Alfonso V", como espacio gastronómico para experimentar, ubicado en el hotel del mismo nombre, en pleno corazón de León.

Ambos establecimientos, hotel y restaurante, pertenecen al grupo VAMUCA, responsable también de otro local de éxito: niMÚ Azotea, con las mejores vistas casi aéreas de la ciudad.

Del cielo de León a pie de calle, desde los ventanales de LAV podemos contemplar el ajetreo de la Plaza de Santo Domingo, puerta de entrada al barrio Húmedo. Pero lo realmente curioso es el showcooking y cocina abierta, donde encontramos al chef Javier del Blanco innovando.
Javier Del Blanco Chef Lav

"Nuestro menú degustación juega con dobles platos y texturas: vamos a intentar innovar tanto como sea posible, siempre apostando por los productos de León y su cocina tradicional reinterpretada, con influencias internacionales.

Lo que quizás sea más innovador de nuestra propuesta es que no ofrecemos solo un menú degustación sino tres, porque damos la oportunidad al cliente para que elija algunos platos y en otros se deje sorprender", explica el chef.

De eso precisamente se trata el juego de LAV: disfrutar de un menú degustación casi como si fuera un menú a la carta.

Daniel Giganto Jefe Sala Sumiller Lav

La experiencia #lavamosaliar

El hastag #lavamosaliar se queda corto para definir esta propuesta gastronómica. Si los foodies e influencers pasan por aquí, directamente puede arder Instagram con la sucesión de 12 platos.

En LAV recibe el jefe de sala, Daniel Giganto, que fue sumiller de El Bulli y se formó en los fogones de un clásico de León, el restaurante Casa Amancio. Lav Cocteleria

Giganto ha sido reconocido por su maestría con los cócteles y su experimentación en el maridaje, que en LAV supera los típicos "blancos con pescado, tintos con carne". ¿Un maridaje con cerveza o con ginebra? ¿Por qué no?

"La línea de maridaje en LAV, además de las Denominaciones de Origen de León y El Bierzo, consiste en introducir bebidas un poco olvidadas, como espumosos y generosos.

Como bartender, una de mis pasiones es la coctelería, así que busco incluir combinados que encajen con la comida. Nuestro objetivo es que se pueda disfrutar de una forma distinta al maridar sabores", explica Giganto.

Aperitivos Lav

Los 12 pasos y menú a elegir

Con la carta recibimos una hoja con casillas y bolígrafos de colores para diferenciar las preferencias de cada comensal.

Empieza el menú degustación con una tapa y un showcooking sorpresa. Después habrá que marcar y elegir tres aperitivos. En agosto, por ejemplo, proponen niguiri de morcilla y pera, macaron de cocido leonés y pimiento relleno de botillo, entre otros.

¿Os imagináis recibir como clientes a las madres que han cocinado platos leoneses toda su vida? En LAV ya saben lo que es eso.

Cada mes, la carta cambia para aprovechar los productos de temporada y así encontraremos en septiembre aperitivos como croqueta de manzana y foie o gioza de botillo con kimchy de fresas.

¿Os imagináis recibir como clientes a las abuelas y madres que han cocinado platos leoneses toda su vida? Los inspectores de la Guía Michelín son suaves comparados con la exigencia de estos paladares y en LAV ya han pasado por esa prueba.
Carrillera Lav

"Cuando te llega una reserva con cinco señoras de León de 70 años, que han cocinado toda su vida el cocido leonés maravillosamente con su sopa, garbanzos, carnes... lo primero que se te pasa por la cabeza es: "Verás hoy esa mesa..."

Y resulta que no, que vuelven al mes siguiente porque saben que van a encontrar algo distinto. Lo que más nos ha sorprendido es la gran acogida entre los clientes acostumbrados a la cocina tradicional y eso nos anima a seguir innovando", afirma el cocinero.

Después de los aperitivos, el menú continúa con una crema, ensaladilla o sopa (dependiendo de la temporada), un plato de pescado y otro de carne a elegir.

El pulpo con parmentier de piparra y sopa de ají amarillo y el carré de cordero con shitake son sencillamente memorables. El próximo mes nos esperan, entre otros platos, bacalao a la llama con caldo de sopa de ajo y confit de pato con crema de berenjena ahumada.

Todavía nos queda por delante un pre-postre sorpresa, un postre a elegir (recomendación: hay que dejar hueco para el chocolate con fruta de la pasión y caramelo) y un petit fours sorpresa.

Para disfrutar de la experiencia LAV conviene ir sin prisa, sin reloj y a ser posible sin móvil, por mucho que nos tiente hacer fotos a los platos. El menú degustación largo dura dos horas y cuesta 35 euros (bebidas aparte) y proponen otra versión corta, a 30 euros y una hora y media de duración.

Imágenes | Restaurante LAV
En Directo al Paladar | La revolución de 'Cocinandos': una Estrella Michelín en León por menos de 45 euros
En Directo al Paladar | ¿Quieres conocer cómo se elabora una auténtica cecina de León?

Pisto manchego. Receta

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Pisto Manchego

El pisto es una elaboración de orígenes humildes con la que los trabajadores del campo se alimentaban aprovechando las verduras de temporada. Es por esto que no hay una receta única de pisto que tiene también variantes regionales. Hace poco compartimos con vosotros el pisto riojano, pero hoy le toca el turno al pisto manchego.

Desde que me alcanza el recuerdo, el pisto manchego se ha hecho de esta manera en mi familia, con ajo, cebolla, pimiento verde y rojo, calabacín y tomate. Sin embargo hay muchas variantes y todas ellas giran sobre una misma base de tomate y pimiento verde. Los demás ingredientes son añadidos, algo que convierte a esta receta en una de las más versátiles de nuestra gastronomía.


Panellets. Receta

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Panellets1

Uno de los dulces más tradicionales en Cataluña y el País Valenciano entre otros sitios, quizás el más tradicional en el día de Todos los Santos, son los panellets. Unos dulces pequeños de diversas formas, hechos a base de masa de almendras y boniato que se aromatiza para darles distintos sabores.

Los panellets más populares -y también más tradicionales- son los de piñones, sin embargo nosotros nos hemos animado a prepararlos de almendra, coco y cacao, pero también se pueden encontrar de café, de naranja e incluso de pistachos, estos últimos mucho más modernos. Esperamos que os gusten y que os animéis a endulzar el Día de Todos los Santos con ellos.

37 tapas y raciones de toda la vida para vegetarianos (o no) disfrutones

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croquetas de brócoli

Tapas, raciones, pinchos, etc da igual cómo lo llamemos que a la gran mayoría de españoles nos gusta por igual. Comer de picoteo se ha convertido en seña de identidad de nuestra gastronomía en la que conviven recetas de toda la vida con nuevas y sorprendentes creaciones. Mucho producto vegetal entre las primeras, grandes alternativas para vegetarianos disfrutones y amantes del tapeo.

Preparar en casa un picoteo vegetariano es la mar de sencillo y no hace falta salir del recetario tradicional. Si bien es cierto que hay gran cantidad de recetas clásicas que no son aptas para la ocasión, estas otras 37 tapas y raciones vegetarianas de toda la vida, sin embargo, ofrecen muchas alternativas para quienes prefieren dejar las carnes, aves, pescados y mariscos a un lado y disfrutar, igualmente, del buen comer.

Patatas bravas, la receta auténtica Patatas bravas, la receta auténtica

Lo bueno de estas alternativas de tapas y raciones vegetarianas es que casan bien con todos, al margen de las dietas de cada cual. Porque no hace falta ser vegetariano para lanzarse a pedir unas patatas bravas, unas patatas alioli o un pincho de tortilla de patatas como acompañamiento de cervezas y vinos. ¿Cierto o no?

Y es que la cocina tradicional española tiene mucho que ofrecer en forma de recetas vegetarianas. Ahora que arranca el calor, los menús de bares y restaurantes empiezan a ofrecer la clásica parrillada de verduras, así como las ensaladas (o ensaladillas) rusa y campera. Estas últimas perfectamente versionables y adaptables a todos los gustos.

Champiñones a ajillo Champiñones al ajillo

Tres sopas frías vegetarianas que también aparecen con el calor, y lo hacen para quedarse durante meses en nuestras mesas, son el gazpacho andaluz, el salmorejo cordobés y el ajoblanco malagueño. Hay muchas variantes de cualquiera de estas tres recetas: el gazpacho suave de sandía, el de fresas, el salmorejo de cerezas, el ajoblanco de remolacha, entre otros.

Pero la lista de recetas de tapas y raciones vegetarianas de toda la vida no termina aquí. Es más, sigue creciendo con los huevos rotos, que no necesitan del jamón o la chistorra en esta ocasión, el pisto manchego o cualquiera de sus versiones, como el riojano, los champiñones al ajillo y la ensalada de pimientos asados, con ajo, aceite de oliva virgen extra y escamas de sal.

pisto manchego Pisto manchego, uno de los muchos que ofrece la gastronomía española

Los fritos forman una parte importante del recetario de tapas y raciones de toda la vida, con las croquetas como abanderadas. Son fáciles de adaptar a la cocina vegetariana y para muestra estas cuatro recetas: de queso y mostaza de Dijon, de brócoli, de puerro confitado y de espinacas y queso azul. No podemos olvidar las deliciosas setas empanadas con alioli, las berenjenas con miel, ni la tempura de alcachofas.

No solo clásicas, sino tradicionales de las cocinas tradicionales varias de nuestras Comunidades Autónomas, como la Canaria son las papas arrugadas que, servidas con sus mojos rojo y verde, son una excelente tapa o ración vegetariana. En Cataluña encontramos la escalivada y los calçots con salsa romesco y en Andalucía los garbanzos con espinacas.

Hummus tradicional Hummus tradicional

Tapas y raciones de toda la vida de otros países

En las cocinas de otros países hay elaboraciones clásicas y tradicionales a las que hemos hecho hueco felizmente en la oferta gastronómica de tapas y raciones española. Hoy en día resulta de lo más natural encontrar falafel y hummus de Oriente Medio, guacamole mexicano, tzatziki griego, samosas indias o bruchettas italianas de todo tipo en los menús de nuestros bares, tascas y restaurantes.

En Directo al Paladar | Cómo hacer una barbacoa vegetariana: 27 recetas fáciles y sabrosas para triunfar
En Directo al Paladar | Las mejores recetas tradicionales vegetarianas de España

Albóndigas caseras de ternera con salsa de verduras al Jerez

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Albondigas Caseras

A mi familia y a mí nos encantan las albóndigas. Tanto las clásicas como las albóndigas de ternera con salsa oscura de mi madre cuando las queremos hacer de carne, como las albóndigas de salmón o las de sepia o choco cuando las queremos de pescado, todas son siempre bienvenidas. Últimamente, estas albóndigas caseras de ternera de ternera con salsa de verduras al Jerez son las que más preparamos porque su sabor es incomparable.

El secreto para hacer esta preparación es comprar una buena carne, pedir al carnicero que nos la pique en el momento, -una sola vez- y preparar la receta con todo el cariño. Para disfrutarlas a tope, necesitaréis un buen pan casero o en su defecto, conseguir en la panadería uno que merezca la pena, porque la salsa es también una auténtica delicia.

Carrilleras de ternera guisadas con vino tinto: receta tradicional

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Carrilleras De Ternera 030618 0001 2

Hoy os traigo una receta de carrilleras de ternera guisadas con vino tinto, con una salsa muy fácil de preparar y que dará como resultado un guiso de carne de esos que quitan el sentido, lleno de aroma y sabor tradicional.

Esta pieza de carne, aunque no es habitual verla todos los días en nuestras carnicerías, es sencilla de conseguir encargándola con anterioridad al carnicero. Es una carne que después de guisada se transforma en melosa, tierna y con una textura incomparable, por lo que resulta adecuada para toda la familia.

Siete tapas clásicas para el picoteo del finde

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Que nos vuelve locos el aperitvo del fin de semana no es ningún secreto, por eso cada sábado procuramos traer sugerencias nuevas. Las de hoy nos llevan a lo tradicional y con estas siete tapas clásicas nos vamos a preparar un picoteo este finde de esos que marcan historia.

Elaboraciones muy, pero que muy, conocidas por todos que llevan años en el recetario tradicional español. Tapas de mejillones a la marinera, gilda, patatas alioli, garbanzos con espinacas, champiñones al ajillo, patatas bravas y setas empanadas con alioli. Nosotros ya sabemos por cuál vamos a empezar. Vosotros ¿estáis también listos?

Gilda clásica

La gilda es uno de los pintxos más clásicos e icónicos del País Vasco, una receta con nombre propio sencillísima de preparar en casa. Nació en el bar Casa Vallés de Donostia, fundado en 1942 y que sigue en activo. En realidad la "receta" ya existía, pero no fue bautizada como tal hasta que un cliente muy ocurrente dijo que la banderilla era como el personaje de Rita Hayworth de la película Gilda, estrenada en 1946: verde, salada y un poco picante. La denominación se hizo popular y así se sigue llamando hoy a este famoso pincho.

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  • Ingredientes para dos personas: 6 piparras o guindillas en vinagre, 6 anchoas en salazón, 12 aceitunas verdes sin hueso (aunque la original es con hueso) y aceite de oliva virgen extra de buena calidad.

  • Elaboración: Preparar unas brochetas o palillos de aperitivo y una bandeja o fuente donde servir los pinchos. Escurrir las guindillas o piparras del líquido de la conserva y cortar el rabito. También se puede dejar si se desea. Cortar cada unidad en dos trozos o dejar enteras, si son pequeñas.Escurrir también los filetes de anchoa y limpiar un poco del aceite de la conserva. Montar cada pincho empezando con una aceituna, una porción de piparra y ensartar después la anchoa doblada sobre sí misma. Volver a introducir una mitad de piparra y terminar con otra aceituna. Continuar hasta terminar los pinchos y aliñar al gusto con buen aceite de oliva virgen extra.

Enlace | Gilda clásica: receta del pincho más famoso del País Vasco

Patatas alioli

Estamos tan acostumbrados a que nos sirvan patatas alioli en nuestros bares que no reparamos en que la podemos hacer en casa y adaptarla a nuestros gustos. Solo necesitamos unas buenas patatas, un alioli casero (o una mayonesa de ajo), mezclar y espolvorear con perejil. Os contamos la mejor forma de hacerlas y los trucos para que estén igual (o mejor) que en vuestro local preferido.

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  • Ingredientes para cuatro personas: 2 patatas, 1 huevo, 1 diente de ajo, 150 ml de aceite de girasol, unas ramitas de perejil, sal y unas gotas de zumo de limón.

  • Elaboración: Cocemos las patatas sin pelar -bien lavadas- en una cazuela con agua con sal durante unos 20 minutos o hasta que estén bien cocidas. Retiramos de la cazuela, pelamos y cortamos en trozos irregulares, dejándolas en un bol para que se enfríen bien. Preparamos el alioli o all-i-oli siguiendo la receta de nuestro gusto, nosotros hemos optado por la mayonesa de ajo. Para ello ponemos el huevo, el diente de ajo y el aceite de girasol en un vaso alto, añadimos unas gotas de limón y metemos la batidora bien recta, dejándola quieta hasta que cambie el sonido. Entonces vamos levantando despacio y ya tenemos la salsa lista. Cuando las patatas estén frías, agregamos nuestra salsa de alioli poco a poco y mezclando con cuidado para que no se partan. Finalmente picamos el perejil bien fino y lo incorporamos a las patatas alioli. Reservamos un poquito más para espolvorear por encima en el momento de servir y una ramita para decorar. Guardamos las patatas cubiertas de film de cocina transparente en la nevera durante 30 minutos, para que estén bien frías cuando las vayamos a comer.

Enlace | Patatas alioli: receta de tapa fácil, sabrosa y económica

Mejillones a la marinera

La verdad es que decir que esta receta de mejillones a la marinera es fácil y rápida es quedarse corto pues también es altamente nutritiva, muy baja en calorías y extremadamente sabrosa. Es de esas recetas que requieren mucho pan para mojar en la salsa que se crea con la cocción del mejillón, el vino y la cebolla, que merece la pena preparar a menudo.

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  • Ingredientes para cuatro personas: 1 kg de mejillones frescos y limpios, 150 g de cebolla, 80 ml de vino blanco, 2 ramas de tomillo fresco rama, 1 hoja de laurel, 1 rama de romero fresco 5 g de pimentón dulce, sal, pimienta negra molida, aceite de oliva virgen extra y perejil (opcional).

  • Elaboración: Es necesario tener los mejillones limpios y listos antes de empezar a cocinarla. Aquí os dejamos unos consejos sobre su limpieza que os vendrá de perlas a la hora de poneros a ello y que os ahorrarán tiempo de trabajo. Pelamos la cebolla y la picamos muy finamente. Calentamos un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén y pochamos la cebolla durante unos cinco minutos (no debe dorarse). Añadimos el pimentón dulce, removemos para que no se queme. Inmediatamente después incorporamos los mejillones y regamos con el vino blanco, salpimentamos e incorporamos la hoja de laurel, las hojas de tomillo y la rama de romero. Cocemos a fuego fuerte durante cinco minutos o hasta que los mejillones se abran. Una vez listos, separamos las conchas, colocamos las que tienen el mejillón en una fuente, regamos con la salsa y servimos inmediatamente. Si os gusta que la salsa sea más espesa, la podéis dejar reducir a fuego fuerte mientras desconcháis los mejillones o añadir un poco de espesante instantáneo y dejar cocer a fuego suave durante un par de minutos. Igualmente podemos espolvorar con perejil fresco picado en el momento de servir.

Enlace | Mejillones a la marinera, receta fácil y rápida

Champiñones al ajillo

Esta receta de champiñones al ajillo es una buena manera de incorporar vegetales a nuestra dieta, además se prepara en un abrir y cerrar de ojos y no tiene complicación alguna. La mezcla de aceite de oliva y jugo que sueltan los champiñones da lugar a una salsa de sabor espectacular, así que preparad mucho pan porque lo vais a necesitar.

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  • Ingredientes para cuatro personas: 1 kg de champiñones, 100 ml de aceite de oliva virgen extra, 3 dientes de ajo, 10 ml de zumo de limón, perejil fresco, sal, pimienta negra molida y 1 guindilla cayena (opcional).

  • Elaboración: Cepillamos los champiñones y los colocamos en un bol con agua fría y el zumo de limón. Se lavan bien y se secan muy rápidamente con un paño de cocina limpio. Los picamos si son grandes o los dejamos tal cual si es del champiñón de calibre pequeño. Rehogamos los dientes de ajo, laminados o picados, en una cazuela de fondo grueso con el aceite. Cuando estén dorados añadimos los champiñones y salpimentamos. Podemos añadir una guindilla cayena para dar un toque picante. Cocemos a fuego medio durante 10 minutos, después subimos el fuego a fuerte y dejamos que se cocinen durante cinco minutos más, removiendo para que los champiñones se cocinen por igual. Servimos calientes y espolvoreados con perejil.

Enlace | Champiñones al ajillo, receta

Garbanzos con espinacas

Los garbanzos con espinacas son un plato muy típico de Sevilla y de buena parte de Andalucía. No es un potaje, ni se come con cuchara, sino un plato seco de legumbres repleto de sabor y muy contundente. Quizás por esto, por su contundencia, los garbanzos con espinacas se suelen comer más como tapa. Comida sencilla, humilde, económica y muy sabrosa. ¿Alguien da más?

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  • Ingredientes para cuatro personas: 500 g de garbanzos cocidos, 400 g de espinaca congelada, 2 dientes de ajo, 1 rebanada de pan de hogaza, 5 g de comino molido, 5 g de cilantro molido, 5 g de pimentón dulce, una pizca de pimienta blanca molida, 60 g de salsa de tomate, 30 g de vinagre de manzana, 100 ml de agua, 100 g de aceite de oliva virgen extra y sal.

  • Elaboración: En una cazuela con un par de dedos de agua ponemos a cocer a fuego medio las espinacas congeladas durante unos 15 minutos o el tiempo necesario para que se descongelen. Tendremos cuidado con el agua para que no se consuma, pues no queremos que se nos agarren a la cazuela. Una vez listas, las escurrimos bien de agua y las picamos con un cuchillo afilado. En una sartén calentamos el aceite y freímos los dientes de ajo previamente pelados. Cuando comiencen a dorarse los retiramos y los colocamos en el vaso de una batidora de mano. En el mismo aceite freímos la rebanada de pan hasta dorar. La escurrimos y la añadimos al vaso de la batidora junto con el comino, el cilantro, el pimentón, la pimienta blanca, la salsa de tomate y un pellizco de sal. Añadimos también al vaso el vinagre, el agua y la mitad del aceite. Trituramos bien y reservamos. En una sartén grande vertemos el aceite que nos ha sobrado de freír el ajo y el pan, lo calentamos y añadimos las espinacas picadas. Salteamos durante un par de minutos antes de agregar la majada que tenemos reservada y cocemos dos minutos más, removiendo para que se mezclen los sabores. Por último añadimos los garbanzos cocidos y salteamos durante cinco minutos. Probamos de sal y rectificamos si fuera necesario antes de servir.

Enlace | Garbanzos con espinacas, receta tradicional

Patatas bravas

Las patatas bravas son uno de los más clásicos aperitivos que podemos encontrar en los bares de toda España. Hay muchas recetas de patatas bravas con variaciones fundamentales en los ingredientes utilizados. La salsa auténtica de las bravas no es una salsa picante de tomate sino una crema velouté hecha con pimentón. Para que podáis preparar las bravas en casa os dejamos nuestra receta.

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  • Ingredientes para tres personas: 3 patatas medianas, 3 cucharadas soperas de salsa brava, aceite de oliva virgen extra, sal y un poco de perejil para decorar. Para la salsa brava: 1/2 cebolla, 1/2 cucharada sopera de pimentón dulce, una cucharada sopera de pimentón picante, 2 cucharadas soperas de harina y 500 ml de caldo de pollo.

  • Elaboración: Para hacer la salsa, comenzamos picando la cebolla muy fina y pochándola en una sartén amplia con cuatro cucharadas de aceite de oliva. Dejamos que la cebolla se vaya haciendo a fuego muy lento y antes de que tome color, añadimos el pimentón dulce y el pimentón picante, mezclando bien con la cuchara. Incorporamos la harina, la cocinamos un minuto o dos y cuando se ligue con el aceite formando un roux, añadimos el caldo de pollo poco a poco. Cocinamos durante diez minutos para que el pimentón y la harina no queden crudos. Finalmente, trituramos y pasamos por un colador fino. Para preparar las patatas, las pelamos bien y las cortamos en trozos irregulares que puedan caber en la boca de un solo bocado. Ponemos a calentar el aceite de oliva y las freímos a fuego medio hasta que comiencen a dorarse. Escurrimos bien, cubrimos con un poco de salsa brava, espolvoreamos con una pizca de perejil picado y servimos inmediatamente.

Enlace | La receta definitiva de las patatas bravas

Setas empanadas con alioli

Las setas empanadas con alioli resultan un bocado delicioso y combinan una textura excelente con un sabor intenso. Además, como se asemejan en su aspecto a los clásicos escalopes o milanesas de carne, son estupendas para iniciar a los más pequeños en el placer de probar nuevos platos y acostumbrarse a otros aromas. Están buenas así sin más, según se terminan de freír, pero con un poco de alioli casero alcanzan otra dimensión.

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  • Ingredientes para cuatro personas: 12 setas de cultivo, 2 huevos, 100 g de pan rallado, sal y abundante aceite de girasol para freír.

  • Elaboración: Colocamos en fila un plato con el huevo batido, otro con el pan rallado y una fuente o bandeja donde dejar las setas empanadas. Sazonamos las setas, las pasamos por huevo y después por pan rallado. Calentamos abundante aceite en una sartén y freímos las setas en varias tandas para que no baje su temperatura. Escurrimos en papel absorbente y llevamos a la mesa con un poco de alioli en cada plato para que cada uno se lo distribuya a su gusto. Para hacer el alioli, podéis seguir los pasos que os indicamos en cómo hacer alioli.

Enlace | Receta de setas empanadas con alioli

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